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Probablemente haya sido la mujer más buscada en España en los últimos meses. Después de la ruptura de su compromiso con Íñigo Onieva, quien había sido su novio durante año y medio, parece que, tras la tormenta, la calma -e incluso una nueva ilusión- ha llegado a la vida de Tamara Falcó.
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En conversación con ¡HOLA!, la marquesa de Griñón se ha mostrado muy prudente a la hora de definir qué tipo de relación tiene con Hugo Arévalo, con quien se le relaciona estos días y a quien conoce desde hace unos quince años. “Hugo y yo somos, ante todo, buenos amigos. Lo hemos sido desde durante mucho tiempo”, nos explica ella. “Es una persona a la que admiro profundamente y que siempre ha estado apoyándome en los momentos difíciles”, continúa contando la hija de Isabel Preysler. “Lo más importante es que compartimos muchos valores. Y ya, el resto, Dios dirá. Ahora es muy pronto. Hemos salido un par de veces”, añade sobre el emprendedor, a quien define como “un chico diez”. Pero los dos no mantienen exclusivamente una relación de amistad, ya que también comparten aventura empresarial . A principios de año, junto a otros inversores, Hugo compró la start up Miniplanta.com, que se dedica al comercio online de plantas sostenibles. Meses después, pasado el verano, Falcó se unió al proyecto como social y brand strategy. Todo ello es lo máximo que podemos decir de ambos, a día de hoy, a nivel personal, aunque la aristócrata sea la primera en reconocer que se han visto en las últimas semanas con una mirada más especial.
Ahora, meses después del gran revuelo mediático, Tamara revelaba en sus últimas apariciones que se encuentra “tranquila y bien”, con la “conciencia tranquila”, siempre rodeada de su familia y buenas amistades. Y, aunque no cierra la puerta al amor, la marquesa de Griñón ha confesado que no tiene ganas de enamorarse . Al menos, de momento. Sin embargo, la última noticia que ha hecho saltar las alarmas está relacionada, nada más ni nada menos, con su vida sentimental. Y es que desde hace unos días han surgido los rumores de un posible romance entre ella y Hugo Arévalo, un empresario de cuarenta años al que le une una gran amistad, y cuyos caminos se cruzaron en un momento crucial en la vida de Tamara.
Poco tiempo después de su ruptura con Onieva, Tamara pasó unos días en Lourdes , donde sirvió como dama hospitalaria ayudando a los enfermos. Allí, bajo la mirada de la Virgen y alejada de lo que ella definió como un “despertar espantoso”, encontró momentos de silencio y oración, y, casualidad (o destino), fue allí donde coincidió con Hugo, quien al parecer lleva acudiendo al santuario desde 2016.
Ante las numerosas especulaciones sobre el nuevo rumbo que podría haber tomado su relación, la marquesa de Griñón, en una conversación con ¡HOLA!, nos aclara que ante todo son buenos amigos, y que “lo más importante es que compartimos muchos valores. Y ya, el resto, Dios dirá”. Lo que es seguro es que ambos están compartiendo momentos muy especiales juntos, y quién sabe qué les deparará el futuro. Al parecer, los dos volaron juntos a Qatar, donde acudieron a un concierto de Enrique Iglesias, en Doha.