La Nochevieja de 2021, Jorge Puras sorprendió a Cristina Reyes pidiéndole matrimonio delante de toda su familia. Llevaban solo año y medio de relación, pero ya sabían que estaban hechos el uno para el otro. A poco de cumplirse un año de aquella noche mágica, el pasado sábado 17 de diciembre, la pareja protagonizó una de las bodas más elegantes y espectaculares de la temporada .
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El enlace, celebrado en la iglesia de Nuestra Señora de Begoña, en la urbanización La Florida de Madrid, tuvo un marcado carácter navideño y reunió a ciento cincuenta invitados, entre los que se encontraban aristócratas, destacados miembros de la jet set , artistas, diseñadores, deportistas y modelos. No en vano, Cristina es una de las estilistas más reconocidas de nuestro país y Jorge, que se dedica a los negocios y al marketing, es hijo de Chus Puras, el piloto de rallies dos veces campeón mundial en esta modalidad.
Mientras la novia se ponía en manos de Moncho Moreno y de la maquilladora Raquel Álvarez, embajadora de Chanel, en una suite del hotel Four Seasons, nos fue desgranando las tradiciones que acompañan a toda novia: “¿Nuevo? Mi vestido, de Jorge Vázquez; azul, mi sortija de pedida, un zafiro con diamantes, y prestado, unos pendientes de Bvlgari, que hacen juego con mi sortija”.
Margarita Vargas de Borbón, Lourdes Montes, María Colonques e Ingrid Asensio fueron testigos de la novia y espectaculares mujeres de rojo
Entretanto, a la iglesia iban llegando los primeros invitados: la doctora Carla Barber; Rosanna Zanetti, sin David Bisbal, de viaje en México; Juan Suárez, testigo del novio, que les ha regalado las alianzas de boda; la experta en belleza Myriam Yébenes y su marido, Javier Orellana…
Isabel Preysler, acompañada de sus hijas, Tamara y Ana, no faltó a la boda de su estilista, que fue una novia muy chic con un diseño minimalista y un tocado de rejilla
De repente, los alrededores de la ermita se convirtieron en una pasarela de moda vintage. Margarita Vargas de Borbón, Lourdes Montes, Ingrid Asensio, María Colonques, Mercedes Pina, Graciela Peres y Moira Reyes —hermana y wedding planner de Cristina—, todas ellas, testigos de la novia, vestían del mismo color, con trajes de punto de lana rojo cereza, creados por Roberto Diz. Todas llevaban la misma silueta, de inspiración años cincuenta, pero revisionada para cada una de ellas según su personalidad. Sus estilismos se completaban con tocados realizados a medida por Mimoki en tonos nude y rosa. La diseñadora de la firma, Ana María Chico Pérez de Guzmán, y su socia, Andrea Pascual, también se encontraban entre los invitados.
Poco antes de la una del mediodía, Jorge, muy elegante con un morning coat gris clásico de Scalpers y una corbata de tartán en tonos verdes, entró en la iglesia del brazo de su madre y madrina, Mercedes Esteban, que vestía un traje largo de Tot-Hom.
Los novios entraron al salón al ritmo de Levels, de Avicii, y disfrutaron de un almuerzo lleno de sorpresas, como el divertido discurso que les dedicó la duquesa de Anjou, que considera a Cristina “como una hermana”
La ermita tenía una atmósfera cálida y muy navideña, gracias a la decoración floral en rojo realizada por Naranjas de la China, que “inundó” el templo con flores de Pascua y coronas en los bancos, con grandes lazos de terciopelo.
Pasaban unos minutos de la una cuando llegó la novia y se desveló el secreto mejor guardado: su look nupcial . Cristina fue la novia más chic del invierno, con un vestido atemporal y moderno, de línea minimal, escote caja, en crepé doble mate italiano, de Jorge Vázquez. “Como detalle, lleva unos desflecaditos en puños, sisas y escotes, trabajados como si fuera tweed. Le da un punto muy sofisticado e invernal”, explicó el diseñador sobre el traje, que tenía una cola desmontable de dos metros y medio. Cristina completó su look nupcial con unos zapatos de terciopelo verde de Aquazzura y un tocado blanco de rejilla, que por detrás terminaba en un gran lazo, de Mimoki.
Tras abrir el baile, Cristina se cambió de look y lució un espectacular vestido esmoquin blanco y su característica melena long bob suelta
Del brazo de su padre y padrino, Sergio Reyes, la novia caminó hacia el altar mientras sonaba Arrival of the Queen of Sheba, de Haendel, y precedida por su cortejo de pajes y damitas , entre los que se encontraban Enrique, el hijo pequeño de Luis Alfonso y Margarita de Borbón, y Markuss y Liene, dos de los hijos de Carlos Baute y Astrid Klisans. Todos vestían conjuntos en terciopelo azul y plumeti blanco, de Mi Pequeño Lucas.
Una vez convertidos en marido y mujer, Jorge y Cristina, acompañados de sus invitados, se trasladaron a La Borda del Mentidero, donde se sirvió el cóctel, ambientado por alegres villancicos y el almuerzo. Fue en ese momento cuando llegaron a la boda Isabel Preysler y dos de sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer, ésta última acompañada por su marido, Fernando Verdasco. Cristina, que es la estilista de cabecera de Isabel y de su hija más pequeña, también se encargó de escoger sus looks para su gran día.
Los recién casados disfrutaron de una divertida fiesta, a la que también asistieron Álvaro Castillejo Preysler y su mujer, Cristina; Rosanna Zanetti; Andrea Pascual, y Carla Barber
Durante la comida, hubo muchas sorpresas, como los discursos de Margarita Vargas, duquesa de Anjou, y de uno de los amigos íntimos del novio, y Cristina entregó su ramo de novia a dos de sus amigas: Lucía Domínguez Vega-Penichet y Beatriz Zunzunegui. Tras abrir el baile, la estilista lució un segundo look: un vestido esmoquin de Pronovias, con el que estaba elegantísima y con el que pudo disfrutar cómodamente de la fiesta.