Ortega Cano se refugia en sus seres queridos tras divorciarse de Ana María Aldón. Mientras la diseñadora ultima los preparaivos para marcharse al que será su nuevo hogar, el diestro ha encontrado un gran apoyo en la artista flamenca Isabel Luna. Semanas después de verles bailar juntos en un conocido restaurante de Madrid y de que el maestro acudiera a uno de sus conciertos que la cantaora ofreció en Ciempozuelos, han vuelto a ser fotografiados juntos.
Ortega Cano e Isabel Luna fueron sorprendidos por las calles de San Sebastián de los Reyes, donde el diestro aprovechó para enseñarle a su amiga el futuro museo que abrirá como figura de la tauromaquia y acudieron a uno de los bares que regenta uno de los hermano de Ortega en la localidad, tal y como reflejan las fotografías publicadas en la revista Diez MInutos. Días atrás ambos también salieron a cenar juntos y se marchaban en el mismo coche con parte de la familia del maestro, su hermana Mari Carmen; su cuñado, Aniceto y la persona de confianza de la familia Ortega, Marina.
Lo que es cierto es que desde hace semanas la amistad entre el torero y la artista es cada vez mayor. A pesar de que el cariño entre ambos es evidente y es habitual verles compartir planes juntos, ella insiste en que solo son amigos. Isabel Luna quiso dar por zanjadas las especulaciones y aclaró que ella y Ortega Cano son "amigos y compadres", en unas recientes declaraciones concedidas a Europa Press, e hizo hincapié en que la suya es una amistad "sin derecho a roce".
Desde que se conociera su ruptura con Ana María Aldón, el padre de Gloria Camila parece dispuesto a pasar página. El torero olvida los malos momentos vividos tratando de retomar los planes con su familia y su vida social. El pasado 10 de diciembre el maestro acudió al recital que la artista ofreció en Ciempozuelos y se atrevió a subirse al escenario para bailar por bulerías junto a ella. Un arranque de espontaneidad y júbilo que tambien se produjo el día del cumpleaños de su exmujer mientras se divertía entre amigos en una velada en el restaurante La Giralda, donde también actuaba Isabel Luna. Ortega se arrancó a bailar flamenco ante los vítores de los presentes al son de la voz de la cantaora, con quien al final de la actuación se fundió en un abrazo.
Isabel Luna es una gran artista flameca con una dilatada carrera sobre los escenarios. La cantaora, nacida en Madrid aunque de raíces puramente sevillanas, inició su trayectoria con apenas 17 años. Comenzó en las Cuevas del Sacromonte de Granada, cuna del flamenco, y siempre se ha mostrado muy agradecida por lo mucho que aprendió de los artistas que la acompañaron en sus primeros pasos. Dicen quienes han tenido oportunidad de verla que cada uno de sus espectáculos es un éxito asegurado por la elegancia de su estilo y el amplio repertorio de sevillanas, rumbas, bulerías, alegrías, fandangos de Huelva y villancicos acompañados de guitarra flamenca, percusión y coros femeninos de cante y baile.
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