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spears familia4© Getty Images

El padre de Britney Spears rompe su silencio: 'Sin la tutela, no sé si mi hija estaría viva'

James Spears ha defendido la decisión que tomó de controlar a la artista durante trece años en una criticada entrevista


Actualizado 20 de diciembre de 2022 - 12:55 CET

Ha sido el más señalado en una historia que ha dado la vuelta al mundo. El padre de Britney Spears fue durante trece años quien manejó los hilos de la vida de la artista hasta que el año pasado un agrio proceso judicial sacó a la luz la dura situación que atravesaba la intérprete y la liberó (en noviembre de 2021 se conoció la sentencia). El juez consideró que era el momento de que recuperara su libertad poniendo fin a la tutela de su padre, aunque esta decisión favorable no frenó el río de reproches que había guardado la cantante durante tantos años hacia los suyos. James Spears ha sido desde entonces el objetivo de críticas, alguna demanda y duros ataques a través de mensajes en los que Britney refleja cómo ha quedado marcada su vida por el férreo control al que fue sometida. En medio de esta tormenta, James Spears ha mantenido un estricto silencio sin reaccionar a las palabras que le dirige su hija. Hasta ahora.

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Britney Spears con su familia© Getty Images
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En las primeras declaraciones que hace en los últimos diez años, James, de 70 años, defiende su actuación y las decisiones que tomó con respecto a su hija. Asegura, en declaraciones a The Mail on Sunday, que su intervención fue necesaria no solo para salvarla de los complicados momentos que atravesaba hace trece años, sino para proteger la relación con sus hijos, Preston, de 17 años ahora, y Jayden, de 16, que entonces eran pequeños. Explica que fue una situación complicada y que la decisión que tomó fue la correcta, a pesar de que le haya costado la relación con su hija. “No todo el mundo va a estar de acuerdo conmigo. Fue un momento muy difícil, pero amo a mi hija con toda mi alma. ¿Dónde estaría Britney sin la tutela? No sé si estaría viva. No lo sé” asegura.

“Para protegerla y proteger a los niños, la tutela fue una gran herramienta. Sin ella, no creo que hubiera podido recuperar a sus hijos” dice. Britney comparte la custodia de los niños con su exmarido Kevin Federline, pero actualmente hace meses que no tiene contacto con ellos. Los adolescentes, en su primera entrevista en televisión, comentaron que están dispuestos a arreglar la distancia que les separa de su madre, que ha lamentado también no verles. Sin embargo, el apoyo que mostraron ambos a su ex y a su padre James no gustó a la artista que aseguró que les estaban manipulando. “Mi relación con Kevin les dio una sensación de paz y protección” asegura James. “Te lo dirá Kevin también, fuimos nosotros los que les criamos. Hice lo que se suponía que tenía que hacer o sentí que tenía que hacer”.

“No tomé decisiones por mí mismo, había un grupo de personas conmigo (…) En aquel momento Kevin afrontaba muchas cosas, y la tutela aseguraba que los niños no se sintieran inseguros”. También defiende James su gestión de las finanzas de su hija, que no podía gastar su dinero como quería. Una de las cosas que Britney denunció en este sentido es que su padre se había lucrado con su fortuna pues, además de hacer las gestiones que consideraba sin consultarlas con ella, recibía una cantidad mensual en concepto de tutor legal (unos 16000 dólares, más de 15000 euros). Durante el período que estuvo bajo tutela la artista lanzó cuatro álbumes, hizo tres giras mundiales y dos estancias en Las Vegas que duraron unos dos años.

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Britney Spears con su padre James, que se ha defendido por primera vez en público por su actuación durante los años que ejerció la tutela legal sobre su hija

“La tutela permitió que sus finanzas fueran mejores. Mi idea de una tutela legal es ayudar a una persona a recuperar su vida y retomar su lugar en la sociedad. Quiero decir que en eso marqué una diferencia. Había mucha gente a mi alrededor que contribuyó a llevarla a un punto en el que pudiera ayudarla”. Britney ha acusado a su padre también de obligarla a ir a rehabilitación, a medicarse y a utilizar métodos anticonceptivos en contra de su voluntad, unas cuestiones que provocaron que creciera en ella el miedo a su padre. “Lo que puedo decir es que mucha gente no tiene ni idea de cuál es la verdad. Su abogado no lo sabe, los medios no lo saben, han escuchado la versión de Britney. No me importa recibir golpes porque sé que no es verdad y por que no quiero empezar nada, para que mi hija deje de seguir cayendo en el agujero en el que estaba”.

La peor pesadilla de Britney

Los padres de Britney Spears Jamie y Lynn se divorciaron en 2002. En 2007, tras su divorcio de Kevin Federline, el comportamiento público de Britney Spears comenzó a acaparar titulares (especialmente tras las imágenes en las que se la veía atacando a unos fotógrafos con un paraguas y después de que se rapara la cabeza) hasta el punto de que fue internada en un centro de rehabilitación por abuso de sustancias. Se estableció entonces que la artista quedaría bajo tutela paterna, aunque lo que comenzó como una solución temporal se convirtió en permanente un año después, prolongándose otros doce más. Su padre quedó así, junto con un equipo de asesores, al cargo de las finanzas, la carrera y los aspectos más personales de la vida de su hija, una situación que ella ha descrito en muchas ocasiones como “un infierno”.

Estas declaraciones de James han generado un auténtico aluvión de críticas entre los incondicionales de la artista que no comprenden cómo puede defender el estricto control que tanto daño ha hecho a su ídolo. Actualmente James vive con su hija Jamie con quien también Britney está enfrentada. Desde que el pasado noviembre obtuviera su libertad por fin, la intérprete ha cargado duramente contra sus padres y hermana, acusándoles de no haberla ayudado y de haberse aprovechado de su éxito. Si los intentos de su madre de pedirle perdón no parecen haber tenido éxito, a la luz de estas declaraciones de James las posturas son más que nunca irreconciliables. De momento Britney mantiene silencio y no ha reaccionado a la polémica entrevista.