Qatar 2022 ha roto moldes hasta en el último momento. Tras ganar en la prórroga a Francia, Argentina se proclamaba campeona, pero su capitán, Lionel Messi, alzaría la ansiada Copa del Mundo de un modo muy diferente a como se ha hecho en Mundiales anteriores: con una túnica negra y transparente con bordes en tono dorado. Instantes antes de que le hicieran entrega del trofeo, el emir de Catar, Tamim bin Hamad, la colocaba sobre la espalda de Messi, pero ¿por qué?
-Antonela Roccuzzo comparte su orgullo y su álbum personal de la emocionante victoria de Messi
Sin duda, para honrar al futbolista que ha capitaneado a la selección ganadora. Se trata de un bisht, una túnica asociada a la realeza en el mundo árabe que solo pueden portar los hombres y únicamente en ocasiones muy especiales. Está confeccionada con pelo de camello y lana de cabra y el borde dorado son cinco franjas bordadas con hilo de oro por cinco artesanos, cada uno de los cuales ha hilado a mano una de las franjas.
La ocasión, como sabemos, lo merecía por tratarse de la final, pero también porque el último partido coincidía con la Fiesta Nacional de Catar, que se celebra cada 18 de diciembre, y que conmemora la fecha de la fundación del estado catarí, que tuvo lugar en 1878. La imagen de Messi levantando la Copa del Mundo con esta peculiar túnica ya ha pasado a la historia.
A pesar de que es un gesto de respeto con el que las autoridades cataríes han coronado al argentino como el rey del fútbol, no ha estado exento de controversia, como casi todo en este Mundial. Y no, no se habla tanto de que no puedan llevarla las mujeres. El motivo no es otro que una cuestión publicitaria y, por tanto, económica.
Al colocarle la túnica, ya no se veía con claridad la camiseta con el logotipo de Adidas, patrocinadora de la Selección del país sudamericano y del propio Messi, impidiendo así la mejor promoción posible para una marca que, por otro lado, no se ha pronunciado al respecto, quizás porque poco después sí se la quitó para poder lucir los colores de su país como es debido.
Una vez que hubo compartido el trofeo con sus compañeros de Selección y que lo hubo mostrado al mundo y ya sin el blisht, él y el resto de jugadores se unieron a sus respectivas familias para celebrar la victoria con ellos. Fue entonces cuando se pudo ver a Messi junto a su mujer, Antonela Rocuzzo, que le besaba con gran emoción, y a sus hijos, Thiago (10), Mateo (7) y Ciro (4).