Curro Romero y Carmen Tello celebraron este domingo su boda religiosa en la capilla de Casa de Pilatos, en Sevilla. La ceremonia fue muy íntima. Tan solo asistieron sus familiares y amigos más cercanos. Según publica ABC en exclusiva, entre los invitados se encontraban los hijos de Carmen Tello; las hermanas y sobrina del torero; Alfonso Diez, viudo de la duquesa de Alba; el periodista José María García y su mujer Montse Fraile; los doctores Trujillo y Muniain, y el matrimonio formado por Marta Talegón y Pascual Álvarez. La ausencia más destacada fue la de Conchita, la hija que Curro Romero tuvo durante su matrimonio con la cantante Concha Márquez Piquer. Tal y como señala ABC, no pudo asistir por encontrarse fuera de España en un viaje programado.
El torero, de 89 años, llegó a la ceremonia del brazo de su hermana y madrina, María Romero, de 91 años. La novia, de 67 años, caminó hacia el altar con su hermano Javier. Llevaba un elegante diseño en rosa pastel. Tras la celebración religiosa, Curro Romero y Carmen Tello cenaron con todos sus invitados en Casa de Pilatos, un espectacular palacio que comenzó a construirse en el siglo XV y que combina elementos mudéjares propios de la arquitectura sevillana con los detalles más elegantes del renacimiento italiano.
La pareja, que comenzó su relación en 1996, se casó por lo civil el 16 de febrero de 2003 en la casa sevillana del torero, pero nunca había podido sellar su unión por la Iglesia. Tras la triste pérdida de Concha Márquez Piquer en octubre de 2021, de la que Curro Romero obtuvo el divorcio en 1982, pero nunca la nulidad eclesiástica, por fin han podido hacer realidad su sueño.
"La ilusión de toda mi vida es casarme por la Iglesia, pero, por circunstancias, no pudimos", dijo Carmen Tello hace un año en la revista ¡HOLA!. "Mi padre murió con esa pena. Era un hombre muy religioso, tanto mi padre como mi madre. A mi madre, la pobre, le dio un ictus y no se da cuenta de nada, y a mi padre, aunque ya no está, esto se lo dedico yo", añadió.
En aquel momento, Carmen Tello no tenía clara la fecha de la boda "porque hay documentos y papeleo que organizar", pero "no podemos tardar mucho, porque no tenemos 20 años". Lo que sí sabía era que iba a ser "algo muy íntimo, solo con la familia. A estas alturas, no vamos a hacer un bodón". También había decidido cómo iba a ser su vestido de novia. "Me gustaría llevar un vestido y un abrigo, algo muy sencillo y clásico, en un color azul o rosa pastel o, tal vez, en tono crema". Finalmente, se decantó por el rosa pastel, el mismo tono que su gran amiga, la duquesa de Alba, eligió para casarse con Alfonso Diez.