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Alto, atlético —cuerpo esculpido—, moreno, atractivo y con un estilo que recuerda mucho a su tío, John John, no solo se ha convertido en el nuevo delfín de la dinastía Kennedy , sino también en el ‘soltero de oro’ de América, aunque no se le conoce una gran vida amorosa. De hecho, hasta el momento, solo ha tenido una novia: la profesora de yoga Krissy Jones, con la que mantuvo una relación desde 2017 hasta 2019.
John (Jack) Schlossberg Kennedy nació en Nueva York, en 1993 —cumple treinta años el 19 de enero—, es hijo de Caroline Kennedy y del diseñador Edwin Schlossberg, único nieto del Presidente John F. Kennedy y Jacqueline, y tiene dos hermanas: Rose, de treinta y cuatro años, muy parecida a su abuela, y Tatiana, de treinta y dos.
© GettyImagesEn 2015, se graduó en Historia, en Yale, la misma carrera que hizo su tío, especializándose en cultura japonesa —su madre fue embajadora en Japón de 2013 a 2017—, aunque después, siguiendo los pasos de su abuelo y de la embajadora Caroline Kennedy, ingresó en Harvard. Allí hizo dos postgrados en Derecho y en Business , graduándose en enero de este año.
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© GettyImagesHa escrito para diversas publicaciones, se implica en los proyectos filantrópicos familiares, tomó la palabra en la Convención Nacional Demócrata de 2020 y tiene muy presentes los discursos de su abuelo, aunque el interrogante sobre si se abrirá camino como político, sigue abierto. “Me inspira el legado familiar de servicio público, es algo que me hace sentirme orgulloso, pero todavía estoy tratando de labrarme mi propio camino y no tengo nada decidido”, decía hace años.
En 2018, hizo un cameo en la serie Blue Bloods. Es aventurero —como deportista, la viva imagen de John John— y sus apariciones públicas son cada vez más frecuentes. La última fue hace unos días, en Boston, donde recibió, junto a su madre y su hermana Tatiana, al príncipe Guillermo cuando visitó la Biblioteca y Museo Presidencial de John F. Kennedy. La relación con la familia británica viene de la abuela Rose y, por fin, se conocían. Comparten, al menos, un sueño: la lucha contra el cambio climático.
