La fiesta por el 80 cumpleaños de Alberto Alcocer ha sido uno de los grandes eventos sociales de este año. Para tan significativa ocasión, el empresario reunió a más de cuatrocientas personas de todos los ámbitos de la vida española, como la cultura, las finanzas, la moda o la sociedad, en el restaurante Quinta del Pardo (Madrid). Una cita organizada por su mujer, Margarita Hernández, y en cuya lista de invitados se encontraban nombres como el de Isabel Preysler, Cari Lapique o Pedro Trapote y su mujer, Begoña García Vaquero, que, poco a poco, van retomando la normalidad tras la repentina muerte de su hijo y el ictus que la socialité sufrió a principios del mes de octubre.
Una exquisita velada que comenzó a las ocho y media de la tarde con un cóctel al que le siguió una deliciosa cena. El restaurante es uno de los lugares más exclusivos de la capital madrileña, donde se asegura, sobre todo, la privacidad de los allí presentes y que también ha organizado otras celebraciones destacadas como el bautizo del hijo pequeño de María Zurita. Para dar cabida a tanta gente, el local se dividió en dos estancias: la principal, donde se encontraba la familia más cercana, y una segunda donde se sentaron el resto de amigos.
La amistad de Isabel Preysler con Alberto Alcocer se forjó a través del fallecido Miguel Boyer, con el que el financiero español mantuvo una estrecha relación durante el tiempo que este último fue Ministro de Economía. Una vez más, Isabel hizo gala de su buen gusto y estilo luciendo un bonito vestido de lentejuelas en tono gris perla, un abrigo de piel marrón y unos llamativos pendientes largos de brillantes. En esta ocasión, la madre de Tamara Falcó acudió al evento sin la compañía de Mario Vargas Llosa.
Alberto de Alcocer, junto a su primo Alberto Cortina que también se encontraba en esta fiesta después de acudir en la mañana a la boda de María Castellanos y Alastair Catto, fue uno de los hombres de negocios más destacados de la década de los 80. Su vida sentimental también acaparó buena parte de la atención mediática de la época, ya que estuvo casado con Esther Koplowitz, con quién tiene tres hijas: Esther, Alicia y Carmen. En 1989, tras 20 años de matrimonio, pusieron punto y final a su relación. Sería en 1994 cuando Alberto pasó de nuevo por el altar junto a Margarita Hernández, con la que se volvió a convertir en padre de las gemelas Margarita y Carlota
En la actualidad, Alberto lleva una vida de lo más tranquila, alejada del mundo de los negocios. Tiene su residencia habitual fijada en la exclusiva urbanización madrileña de Puerta de Hierro y también le gusta disfrutar de la paz y la naturaleza que le ofrece la finca que posee en los Montes de Toledo, donde suele practicar la caza, una de sus mayores aficiones.
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