En los últimos tiempos las series turcas han ganado relevancia entre el público español y cada nueva ficción que desembarca en nuestro país se convierte, casi de inmediato, en un éxito. Ahora aterriza Él es mi hijo en Divinity, un nuevo título que cuenta con un ingrediente muy utilizado por las producciones otomanas: que la historia gire sobre un niño pequeño con el que la audiencia empatiza desde el primer instante.
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Los protagonistas de la serie 'Şahmaran', ¿enamorados en la vida real?
En esta ocasión, la telenovela narra la titánica lucha de una madre que se debate entre el amor por su hijo y el dolor por haber tenido que dejarlo abandonado para ofrecerle una vida mejor.
Dos destacados intérpretes turcos están a la cabeza del elenco: Merve Cagiran, a la que descubrimos como Ipek en Hayat: Amor sin palabras, y Serhat Teoman, un viejo conocido de los amantes de las telenovelas otomanas en nuestro país por su papel como Burak Çatalcalı en Kuzey Güney: Dos hermanos y un mismo amor y por el de policía en Madre, ambos encarnan a los protagonistas de este emocionante relato de amor maternofilial, romance, desamor, intrigas familiares y lucha contra la adversidad.
La épica lucha de una madre para salvaguardar la felicidad de su hijo
No hay amor más grande que el que siente una madre por su hijo, ni dolor mayor que el de tener que abandonarlo para que ese niño pueda tener una vida mejor aunque sea lejos de ella. Pero... ¿qué ocurre si la existencia del pequeño se acaba convirtiendo en un infierno? Esta es la premisa de la que parte Él es mi hijo.
Velar por el bienestar de un hijo es el mayor desafío que existe para una madre. Este es el caso de Akca (Merve Cagiran), la muchacha, hija de una prostituta, ha tenido una vida llena de dificultades. Siendo muy joven, comenzó una relación con Hasan (Ismail Hacioglu), un hombre que se había criado en un orfanato y cuyos delitos lo llevaron a la cárcel cuando ella estaba embarazada. Por este motivo, optó por dar su bebé en adopción. Pretendía protegerlo de un padre cruel, violento y problemático ya que temía que sufriera las mismas penurias que ella padeció cuando era pequeña.
Akca está convencida de que entregando a su hijo Efe (Mehmet Emin Güney) a los Karasu, una influyente y opulenta familia, quienes han prometido hacerlo feliz, podrá alejarlo de la miseria y ofrecerle una infancia digna. Lo que la joven ignora es que Ayse (Nazan Kesal), la mujer que acoge al pequeño, es la madre biológica de Hasan y la matriarca del clan, una mujer que en su juventud se vio obligada a dejar a su hijo en un orfanato, al que nunca ha perdido de vista.
Tras culminar el proceso de adopción, Ayse entrega al pequeño Efe a Sule (Ceyda Ates), esposa de su hijo mayor Ali Kemal (Serhat Teoman), tratando así de evitar que el marido de la joven descubra su reciente aborto, él piensa que el niño es su hijo biológico e ignora el secreto que guardan su mujer y su madre.
Durante cinco años, Efe es un niño amado y querido por todos, hasta que Sule da a luz a su propio hijo. Desde ese momento todo cambia y pierde el interés por el pequeño, del que desea deshacerse a toda costa. Cuando Akca descubre que su hijo es un niño desgraciado que no vive la feliz y apacible vida que ella imaginaba, hará todo lo posible para garantizar que el chico se sienta protegido, aunque para ello tenga que enfrentarse a la poderosa familia Karasu.
Durante su camino para conseguirlo, saldrán a la luz los secretos más oscuros de las personas que criaron al pequeño. Los personajes descubrirán vínculos ocultos entre las dos familias y se verán envueltos en tramas llenas de pasión, traiciones y despechos.