Quizás no deja de ser un cliché, pero no por eso deja de ser menos cierto. Tras la tempestad, llega la calma y, en el caso de la influencer Laura Escanes , después de los ríos de tinta desbocados que provocó su separación de Risto Mejide, las aguas volvieron a su cauce. Al menos, en lo que respecta a su tranquilidad y relax ante el foco mediático. Ya nada le impide pasear, ir de compras e, incluso, besarse en plena calle con el chico que ocupa su corazón, Álvaro de Luna.
Si bien, hace unos días, sorprendía a los viajeros del aeropuerto Adolfo Suárez abrazándose al cantante, que volvía de gira a Madrid, ahora, durante este puente, hemos podido verla pasear por el barrio de Malasaña con él. Ni la lluvia los disuadió de hacer sus compras para la inminente Navidad ni el gentío les impidió que se cogieran de la mano y se besaran sin miedo a ninguna mirada ni ningún objetivo indiscreto. Es obvio que la relación de la creadora de contenido y el músico se consolida, nunca mejor dicho, contra viento y marea.