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Están siendo unos días especialmente dolorosos para Jessica Bueno. En cuestión de pocas semanas, la modelo —coronada Miss Sevilla 2009— ha visto cómo su historia de amor con el exfutbolista Jota Peleteiro, iniciada en 2013 y sellada en junio de 2015, se ha desvanecido. Tal y como ha podido saber ¡HOLA!, el matrimonio firmó los papeles de divorcio el pasado viernes 2. Jessica y Jota acordaron que sería ella quien se quedaría la custodia de sus dos hijos en común: José Ignacio y Alejandro, nacidos hace seis años y solo diecisiete meses, respectivamente. Según nos apuntan estas fuentes de total solvencia, la modelo acaba de decidir que mantendrá su residencia con los niños en el País Vasco, adonde se mudó con su familia en octubre de 2020, cuando Jota Peleteiro fichó por el Deportivo Alavés. No obstante, también nos señalan que, en estos momentos, tiene que buscar una nueva casa. Por ello, sus padres han estado unos días con ella, ayudándola con los niños.
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La modelo ha pasado el puente de la Constitución en Vigo, con sus hijos y los padres del exfutbolista. No pudo contener la emoción durante un paseo en familia
Sin embargo, tras firmar el divorcio, Jessica quiso poner tierra de por medio con sus hijos. Todos ellos pasaron el puente de la Constitución en la ciudad de Vigo, donde viven los padres de Jota Peleteiro. Y es que los que eran hasta ahora los suegros de la modelo están siendo también otro de sus principales apoyos en estos momentos tan dolorosos. De hecho, el padre del exfutbolista, José Peleteiro, fue quien los recogió a ella y a los niños en el aeropuerto de la ciudad gallega. Ya con su exsuegra, Guadalupe Ramallo, compartió paseos en familia. En uno de estos recorridos por las calles de Vigo, Jessica no pudo contener la emoción y rompió a llorar mientras tiraba del carrito de su hijo pequeño, necesitando así el consuelo de la madre de Jota.
‘La verdad solo tiene un camino’
La semana pasada, casi al mismo tiempo que ¡HOLA! confirmaba la separación y desvelaba las claves de la misma, Jota Peleteiro emitía un comunicado. “Tras un período de reflexión y dos meses de separación física, y con el fin de evitar malos entendidos, queremos manifestar que hemos decidido formalizar nuestro divorcio de forma amistosa”, rezaba el escrito. “Nos quedamos con los buenos momentos vividos, deseando mantener una buena relación y siendo nuestra prioridad la felicidad y el bienestar de nuestros hijos”, añadía. No obstante, el deportista no se pronunciaba sobre las informaciones que apuntaban a una tercera persona como causante de la ruptura.
Horas después del comunicado de su marido, Jessica compartía las siguientes palabras: “La verdad solo tiene un camino. Todos merecemos amor del bueno, del sano, del recíproco, del estable”. Según nos insiste el entorno de la pareja, “hasta hace un mes”, Jota y ella hacían vida de “una familia normal” y no dos, como sostiene el exjugador. Esta sería la razón por la que, hace dos fines de semana, la modelo compartió una imagen junto a él y sus hijos con fecha del 13 de octubre.
El jueves 1 de diciembre —a un día de firmar el divorcio—, Jessica mostró una actitud más conciliadora. “Tras un período de reflexión, hemos decidido formalizar nuestro divorcio de forma amistosa”, dijo en otro comunicado. “Nos quedamos con los buenos momentos vividos, deseando mantener una buena relación, siendo nuestra prioridad la felicidad y el bienestar de nuestros hijos”, explicó la modelo. Todo un gesto de amor por los dos niños que comparte con Jota Peleteiro y por Fran, que tuvo con Kiko Rivera hace diez años.
Una tercera persona
Por sus tres niños, Jessica llora en silencio. Su entorno asegura a ¡HOLA! que está destrozada desde que descubrió la verdad sobre su matrimonio. “Ha pasado el peor mes de su vida”, nos deslizan. Este fin de semana, el programa Fiesta apuntó a una mujer como la causante de la ruptura: Miriam Cruz. Se trata de una modelo ibicenca y trabajadora en un restaurante en la isla, a la que Jota habría conocido en verano. A pesar de que Miriam es madre de una niña de cinco años y mantenía una relación con otro futbolista —un jugador del Burgos—, ambos habrían apostado por su amor. De todo ello no se habría enterado Jessica hasta hace escasas semanas, sorprendida, con tres hijos, uno de ellos, de menos de año y medio.