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Isabel Preysler ha disfrutado con sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer, de una escapada familiar a las Islas Maldivas en el hotel más exclusivo de este paradisíaco enclave del Índico. Con ellas viajaban también Fernando Verdasco y sus hijos, los pequeños Miguel (tres años) y Mateo (cumple dos este mes), no así Mario Vargas Llosa. El lugar donde desconectaron y se han hospedado durante unos días es el lujoso Naladhu Private Island, considerado el cuarto mejor resort del mundo por los premios Conde Nast Traveler Readers' Choice.
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De sus planes para Navidad a su momento más brillante del año: Isabel Preysler hace balance
La marquesa de Griñón, que recientemente estuvo en Catar y después en Abu Dabi, se ha desplazado con su madre, su hermana, su cuñado y sus sobrinos a este edén de sol, playa y costas azules cuyo complejo se compone de veinte casas y ofrece todo tipo de actividades a sus visitantes. En definitiva, una oferta personalizada de servicios en un entorno que fusiona gastronomía, 'wellness' y bellos rincones por donde han pasado anteriormente otros rostros conocidos como Bill Gates o la pareja formada por la modelo Vanesa Lorenzo y el exfutbolista Carles Puyol.
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"Hay destinos que te dejan con ganas de volver siempre" y "tal es el caso de las Islas Maldivas", ha dicho la hija de Isabel Preysler tras volver a España. "Este año tuve la suerte de ser invitada por Cayetana Vela al nuevo hotel que llevan desde su agencia", añadía. "Ha sido un sueño hecho realidad y una forma totalmente distinta de celebrar mi cumpleaños", contaba Tamara en alusión a las 41 velas que sopló el pasado veinte de noviembre. "Gracias de todo corazón por organizar todos los detalles para que nuestro viaje se haya convertido en un recuerdo que jamás olvidaré", concluía.
Las villas, que tienen vistas al océano y cuentan con un servicio personal de 24 horas, poseen dos habitaciones, salones interior y exterior, playa privada e infinity pool (piscina infinita). Cada una de las estancias, caracterizadas por su tranquilidad e intimidad, posee un diseño inspirado en las aldeas de las islas, con techos de paja, suelos de madera, paneles de celosía y columnas decorativas. Su interior se basa en un estilo tropical que, además, casa a la perfección con el exterior rodeado de vegetación.
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Mientras, a solo dos minutos en barco, se encuentra un idílico spa con pabellones de tratamiento cuyas puertas correderas se abren directamente a las aguas cristalinas. Debajo de cada cama de masaje hay un portal construido en el suelo para que los clientes puedan contemplar la vida marina que hay debajo, sin olvidarnos del yoga personalizado si lo que se desea es encontrar tanto el bienestar físico como mental.
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Entre las experiencias que allí se pueden vivir, destaca el conocido como 'Programa de adopción de Coral'. Las Maldivas están rodeadas de arrecifes y Naladhu da la posibilidad de participar en la conservación de los mismos, con la ayuda del biólogo marino del resort. Isabel Preysler y su familia tampoco se han perdido los cruceros a bordo el Nirvana, el yate desde el que hacer buceo y submarinismo para descubrir las maravillas de este mar como son los delfines, tiburones nodriza, tortugas o mantarrayas.
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