Amaia Montero es una de esas mujeres fuertes que aman la vida y a los suyos con intensidad. Sin embargo, en estos instantes, no está pasando por un buen momento personal. Hace algo más de un mes, la cantante publicaba una foto en blanco y negro en la que aparecía triste, abatida incluso, lo cual desató las alarmas. A ello se sumaron los comentarios de la artista, que aumentó la preocupación de sus seguidores y amigos. “Si la esperanza es lo último que muere y aún no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?”, escribía. Y respondía con un “destruida” a la pregunta de cómo se encontraba. Unos días después, la exvocalista de La Oreja de Van Gogh ingresaba en una clínica de Navarra, donde ha permanecido internada un mes.
Aunque tanto ella como su familia han preferido permanecer herméticos en estos difíciles momentos, ¡HOLA! ha podido averiguar el verdadero motivo de su ingreso, un fuerte cuadro de estrés y ansiedad debido a los preparativos de su nuevo proyecto discográfico, que tenía previsto publicar a comienzos de 2023, por lo que los médicos le han recomendado tranquilidad absoluta, reposo, silencio y desconexión. Desde entonces, han sido muchas las voces solidarias que han dado ánimos a la intérprete irundarra, entre ellas, la de su expareja, Gonzalo Miró, relación que terminó en 2011. Desde entonces, a la intérprete de temas tan conocidos como Rosas o La playa no se le ha conocido ningún nuevo amor. La muerte de su padre, a los cincuenta y ocho años de edad, después de luchar contra un cáncer, también supuso un durísimo golpe para la cantante, que, al parecer, sigue sin superar.