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Ha pasado más de un año y medio desde que Kim Kardashian solicitara el divorcio de Kanye West y el proceso, aunque largo, parece que por fin se ha cerrado. La pareja ha llegado ya a un acuerdo sobre algunos de los términos de su separación, relativos a la custodia de los cuatro hijos que tienen en común (North, de nueve años, Saint, de seis, Chicago, de cuatro, y Psalm, de tres) y a algunas cuestiones económicas. La socialité, de 42 años, y el rapero, de 45, compartirán la custodia de los niños. El músico le pagará unos 200.000 dólares al mes (más de 190.000 euros) de pensión y se hará responsable de la mitad de los gastos médicos, de educación y de seguridad de los niños. Los dos han renunciado a los gastos de pensión que les corresponderían a ellos.
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© GtresonlineEn el acuerdo figura además que utilizarán un mediador cuando tengan diferencias relativas a los niños y que si una de las partes no comparece, el otro podrá tomar la decisión que considere. Sus bienes y propiedades se dividirán atendiendo a las condiciones del acuerdo prenupcial que firmaron en su día. La pareja compartía cuatro residencias, aunque Kim ya compró a su marido su mitad de la casa familiar en Calabasas; tenían además una propiedad en Miami y dos ranchos en Wyoming; cinco millones de dólares (unos 4 millones de euros) en arte, casi 4 millones de dólares (más de tres millones doscientos mil euros) en vehículos y más de tres millones de dólares (más de 2 millones seiscientos mil euros) en joyas, entre otras cosas.
© GtresonlineCada uno tiene además una fortuna personal millonaria. La de Kim está valorada, según Forbes, en más de 600 millones de euros, mientras que la de Kayne lo está en 1500 millones de euros, aunque su reciente ruptura con algunas marcas (causada por su polémico comportamiento) habrían disminuido esta cantidad hasta los 400 millones de euros. El divorcio de Kim y Kanye llegó después de siete años de matrimonio (llevaban diez juntos) por la necesidad de la socialité de pensar más en sí misma, como ella explicó.
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“Durante mucho tiempo, me dediqué a lo que hacía feliz a otras personas, y creo que en los últimos dos años me he volcado en lo que me hace feliz a mí misma. Y eso hace que me sienta muy bien. Incluso si eso motivó cambios y provocó mi divorcio, creo que es importante ser honesta contigo misma acerca de lo que realmente te hace feliz. Me he elegido a mí misma” confesó a Vogue.
