Cuando conocimos a Greta Thunberg impactó su corta edad y su convicción de que los adultos no estaban haciendo anda para frenar el cambio climático. Tenía solo quince años cuando decidió hacer una huelga para intentar atraer la atención de los políticos, y llegó a recorrer el Atlántico en barco para evitar coger un avión que contamina mucho más. Sin embargo fueron este tipo de ideas las que le ganaron algunos detractores que quizás encuentren en Sophia Kianni, alguien más representativo de sus ideas. Se trata de una joven estadounidense de 20 años que comenzó a ver el efecto de la polución en el país de sus padres, Irán, y decidió ponerse manos a la obra sin olvidar algunos de sus hobbies que, como es el caso de la moda, parecen chocar con el futuro sostenible.
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"Comencé a interesarme por los efectos del cambio climático cando visité a mi familia en Irán cuando tenía 12 o 13 años y me di cuenta de la polución que había en el cielo, no podía ver las estrellas por la noche, y me di cuenta de que era un mal síntoma de la crisis que particularmente afectaba a Oriente Medio, donde las temperaturas están creciendo dos veces más que la media del resto del mundo", explicaba Sophia en 2020. Cuando era una adolescente fundó la organización sin ánimo de lucro Climate Cardinals, con la que pretende hacer llegar la información científica sobre el medio ambiente a todas partes del mundo, puesto que considera que la mayoría de los estudios se escriben en inglés y quedan por tanto inaccesibles para los demás: "Cuando le hablé a mis familiares sobre la polución me sorprendió darme cuenta de que no sabían nada del tema, incluso aunque fueran adultos", compartía sobre el proyecto.
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Nada más cumplir la mayoría de edad, Sophia fue seleccionada como el miembro más joven del grupo de consejo juvenil de las Naciones Unidas con la intención de acelerar la implementación de las propuestas de la ONU referentes al clima, la única estadounidense en participar. Ahora mismo compagina sus estudios en la universidad de Standford (una de las más prestigiosas de Estados Unidos) con la lucha contra el cambio climático. En la última conferencia de la organización, a la que no asistió Greta Thunberg, ya quedó claro que la nueva representante de la generación Z a nivel mundial es esta chica, que está a punto de alcanzar los 90.000 seguidores en Instagram. Eso sí, sigue algunas de las iniciativas que su predecesora implementó, como los "Fridays for future" (viernes para el futuro), en los que se hace huelga de estudiantes para lograr avances en la reducción de emisiones y otros conflictos del medio ambiente.
La organización que fundó Sophia tiene cerca de 10.000 voluntarios (de 16 años de media) trabajando para traducir en más de 100 lenguas y dialectos documentos donde se explican las evidencias y herramientas para mejorar el futuro del planeta, como por ejempo un glosario de moda sostenible. Precisamente el estilo de esta joven de 20 años no ha pasado desapercibido y sus elecciones de ropa son muy comentadas, incluso criticadas: en su armario no faltan los crop tops, los tacones o los vestidos floreados. "Puedes ser asesor del director de las Naciones Unidas y aún así llevar un outfit mono", escribía la activista climática junto a una fotografía en la que aparece con António Guterres. Pero sus opiniones siempre son así de controvertidas: a diferencia de Greta Thunberg, ella sí viaja en avión, molesta porque el peso de la reducción de la huella de carbono recaiga sobre los hombros de la gente joven en vez de en los de las grandes empresas.
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"Es crucial aumentar la visibilidad social de las mujeres emprendedoras que están transformando la moda para aumentar la capacidad de la gente de obtener opciones sostenibles y economía circular", aseguraba Sophia en el pódcast de New Fashion Initiative. Su participación como presentadora de un programa de entrevistas le da la oportunidad de dar rienda suelta a su amor por el sector, y aprovecha para entrevistar a líderes del movimiento como políticos o directores de marcas que tienen iniciativas propias en sus empresas contra el cambio climático.