Carmen Morales ha pasado más de una década alejada de la interpretación. “Once años”, apostilla ella a ¡HOLA!. Sin embargo, la mayor de los hijos de Rocío Dúrcal y Júnior se siente con fuerzas para retomar su carrera de actriz. No sólo prepara un proyecto sobre su madre junto a su hermana Shaila, sino que también planea su regreso a los teatros.Carmen afronta este regreso después de la ruptura de su matrimonio con el empresario Luis Guerra, de quien se separó a principios de año. De todo ello nos habló la actriz en el reciente estreno del documental Sintiéndolo mucho, sobre Joaquín Sabina, en el que también abordamos con Carmen y Shaila la supuesta mala relación entre las hermanas.
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—¿Por qué dejaste tu carrera de actriz?
—Me retiré por un tema personal. Mi hijo Christian -fruto de su relación con el empresario Óscar Lozano– tenía catorce años y yo sentía la necesidad de estar con él. Siempre ha sido un niño maravilloso y supernoble, pero no sé… Podía necesitarme cuando tenía catorce o quince años, que es una edad complicada. Luego, me casé y tuve el privilegio de dedicarme a la vida personal, la vida con mi marido y con mi hijo. De hecho, pude viajar muchísimo. Entonces, me dediqué a eso, a cultivar mi lado personal.
—¿Te está costando retomar la interpretación?
—Para nada. Estoy metida en un proyecto con otras dos amigas, compañeras. Es algo muy, muy cuidado, así que lo estamos haciendo despacio, poco a poco. La idea es que salga para el 2023.
—Esta vuelta se produce después de tu separación, que tuvo lugar a principios de año. ¿Ha tenido algo que ver?
—No, no tiene nada que ver. Es como que tienes un bichito por dentro y, de repente, te sale.
—¿Cómo te encuentras después de lo sucedido?
—Muy bien. Muy bien, gracias a Dios.
—¿Tienes ganas de enamorarte?
—No, no (ríe).
—Tu hijo no se ha querido dedicar a la interpretación.
—Gracias a Dios, no (ríe).
—¿Por qué dices “gracias a Dios”?
—Es muy bonito y muy vocacional, pero también es complicado. Para el día a día, es complicado. En las cosas básicas: pedir una hipoteca, pedir un crédito… Son cosas que se complican y tienes que tener mucha vocación.
—¿A qué se dedica tu hijo?
—Trabaja en el mundo de los hoteles. Es manager.
—Ha salido más a su padre, que se dedica a la hostelería.
—Bueno, su padre era más de la noche.
En el estreno del documental de Joaquín Sabina, Carmen Morales acudió con su hermana pequeña, Shaila Dúrcal, con la que se abrazó cariñosamente en el photocall. De esta forma, las dos ventilaron de un plumazo los dimes y diretes sobre supuestas tiranteces que arrastran desde hace tiempo. “¿No ves lo mal que nos llevamos?”, bromea Shaila ante ¡HOLA! “Nos tiramos del moño”, añade Carmen, antes de darnos pistas sobre el proyecto que preparan sobre su madre.
—¿Sabéis de dónde salieron esas informaciones?
—Carmen: Ni idea. La última vez que recuerdo haberme peleado con mi hermana fue… “Me has quitado una sombra de ojos”. O “dónde está mi jersey”.
—Shaila: Sí, cuando vivíamos juntas y éramos pequeñas. Ahora, más que discutir, hemos aprendido a hablar las cosas, a comunicarnos mejor y ser más sinceras. Es lo que intento siempre recomendar a la gente. Igual tiene que ocurrir con tu marido, tienes que comunicarte sin pelearte, llegar a un punto de acuerdo.
—Después de los cambios en la familia, entiendo que no es fácil volver a encajar las piezas del puzzle.
—S: Sí, pero creo que es lo bonito de crecer en la vida. Si no, qué aburrimiento.
—¿Cómo definiríais vuestra relación de hermanas?
—S: Ahora es muy buena, creo. Sí, hubo momentos, cuando éramos más pequeñas… Pero es normal…
—C: Nos llevamos nueve años y ahora no se nota la diferencia de edad, pero, cuando tienes diez, sí.
“Queremos hacer un proyecto de mamá. Todavía no podemos contar mucho porque aún estamos creándolo”, nos cuenta Shaila
—¿Qué destacaríais la una de la otra?
—S: De Carmen diría que es una maravilla de organizada, independiente y fuerte. Me gusta.
—C: Shaila es una mujer disciplinada, supertrabajadora y superfamiliar. Muy entregada a las causas, sean cuales seas. Siempre está dispuesta. Siempre.
—S: Me encanta ayudar.
—La prueba de que hay buena relación entre vosotras es que tenéis un proyecto juntas.
—S: Sí, efectivamente.
—¿Es un proyecto escénico o audiovisual?
—C; No podemos contar nada.
—S: De todo. Va por etapas (ríe). Queremos hacer un proyecto de mamá. Todavía no podemos contar mucho porque aún estamos creándolo. Me gustaría que fuese de todo un poquito.
—Os resultará difícil crear un proyecto dedicado a alguien tan icónico como vuestra madre.
—S: Siempre está la responsabilidad de hacer algo bien, de querer contar lo mejor.
—C: Todo lo que queremos hacer, que sea sobre mamá, es desde un punto de vista superrespetuoso. Tenemos ganas de que su memoria no acabe en nuestra edad y queremos que siga perdurando. Entonces hay que hacerlo con mucha cautela, mucho amor y mucho mimo. Y eso es lo que más cuesta.
—Pero canciones de vuestra madre, como La gata bajo la lluvia, están más presentes que nunca gracias a las nuevas generaciones.
—S: Efectivamente. Y está comprobado que en las ventas discográficamente hablando, los artistas grandes son los que siguen llevando las riendas. Entonces, gracias a ellos, seguimos haciendo cosas nuevas, inspirándonos en ellos. Y tenemos muchas cosas que contar.
—Shaila, tu hermana Carmen nos cuenta que está involucrada en otros proyectos. ¿Y tú?
—S: Vamos a hacer conciertos en España. Hemos estado este años con Los Cantadores y vamos a hacer algunos más el año que viene. Canarias es lo máximo y allí me atienden maravillosamente. Aquí, en la península, también vamos a tener shows. Además, vamos a presentar música nueva pronto.
—¿Hay nuevo disco a la vista?
—S: Tengo varios pendientes que ya se me han retrasado. Hay muchas cosas que compartir.
—Antes hablabas de proyectos personales. ¿De qué se tratan?
—S: Todos son personales, porque los discos tienen parte de mí. Tenía muchas ganas de hacer un disco de boleros, de boleros no tan conocidos, y hemos estado trabajando en eso. Voy a hacer unos duetos con Pitingo.
—C: Canta en portugués que te mueres.
—S: Hay muchos proyectos. Es lo bueno.
—¿Y qué planes tenéis para estas Navidades?
—S: Pasarlo bien con la familia.
—¿En España?
—C: Sí, nos vamos a quedar aquí.
—¿Os gustan la Navidades?
—C: Sí.
—S: Sí, a mí me encantan. Yo ya he puesto el árbol (ríe). Mucha, mucha decoración. Si lo pones en diciembre, sólo es para un mes.
—C: Yo lo pongo en breve ya.