Sam Worthington tiene una extensa trayectoria profesional y ha trabajado en películas como Furia de titanes, La cabaña, Terminator Salvation, Nueve balas, La deuda, Al borde del abismo o Una sola noche, sin embargo, podría decirse que Avatar es, sin duda alguna, la que más alegrías le ha dado. Después de muchos años de espera, se ha estrenado la secuela de la película, Avatar: el sentido del agua, que llegará a los cines el próximo 16 de diciembre, y parte del equipo ha estado de promoción en Sydney (Australia).
Esta semana, Sam acudió al Hoyts Entertainment Quarter (donde hace unos días se estrenó Poker Face, el nuevo trabajo de Elsa Pataky y su cuñado, Liam Hemsworth), acompañado de su mujer, la modelo Lara Bingle. El actor australiano, de 46 años, se mostró de lo más atento y cariñoso con su mujer, demostrando que sigue tan enamorado como el primer día.
Hay que recordar que Sam y Lara llevan más de diez años juntos, pero han preferido mantener su relación alejada de los focos. De hecho, nunca llegaron a confirmar su boda y no les gusta hablar de temas personales... aunque siempre hay excepciones. Aprovechando la promoción de su nueva película, el actor ha concedido una entrevista a Stellar, la revista dominical de The Sunday Telegraph, en la que ha hablado de su faceta más desconocida: la de padre.
Sam y Lara tienen tres hijos: Rocket, de seis años, Racer, de cuatro y River, de uno, y su objetivo ha sido siempre que crezcan como otros niños de su edad sin estar condicionados por la fama de sus padres. El protagonista de Avatar quiere protegerles del foco mediático y se ha esforzado mucho en que lleven una "vida normal".
"Solo quieren que les lleve a sus clases de fútbol y veamos juntos La Patrulla Canina. Hago todo lo posible para tener este equilibrio", ha dicho haciendo referencia a lo complicado que puede ser a veces compaginar sus compromisos como estrella de Hollywood con su papel de padre, asegurando que "es difícil" porque "no hay ningún libro que te diga cómo hacerlo".
Todo eso ha contrubuido a que sus hijos no dimensionen lo conocido que es a nivel mundial. "De momento, a mis hijos no les importa lo que haga su padre. No ven mi trabajo como algo espectacular", ha confesado en su entrevista a Stellar. El actor y su mujer forman "un gran equipo", tal y como ha confesado la propia Lara. "Como familia, estamos muy unidos. Los dos somos australianos y tenemos los mismos valores. Con nuestros hijos somos un equipo y creo que eso es realmente importante", ha dicho a The Daily Telegraph.