Explorar las nuevas relaciones de amor parece uno de los objetivos como creadora de Leticia Dolera. Ya con Vida perfecta (la serie de Movistar+) dio un salto determinante a la hora de poner sobre la mesa los nuevos límites de las relaciones amorosas. En ese caso, ella escribía e interpretaba a una mujer que era abandonada por su pareja justo cuando iban a comprarse el piso en el que vivirían juntos. Es entonces cuando Dolera aborda cómo volver al mundo de las relaciones amorosas y sexuales con 40 años, dejando atrás la comodidad de una pareja asentada y conocida.
Ahora llega a Prime Video El fin del amor, una producción argentina con varios guiños a España, entre ellos la participación de la propia Leticia Dolera que dirige los dos primeros capítulos, un arranque de temporada que bien se podría ver como un nuevo giro a su proyecto anterior. Al igual que en Vida perfecta, aquí la directora pone el foco sobre las dudas existenciales y amorosas, en este caso de una mujer de 30 años interpretada por Lali Espósito, actual colaboradora de El Hormiguero, que produce y protagoniza esta experiencia que indaga en las relaciones abiertas y el poliamor.
Pero El fin del amor no es una serie más, sino que se trata de la adaptación de la muy personal historia de su autora, Tamara Tenenbaum, quien en las páginas de su libro expresa cómo es vivir el amor, la sexualidad y el romanticismo desde la comunidad judía ortodoxa argentina, y qué proceso tuvo que pasar para dejar aquello atrás y sumergirse en las relaciones abiertas y el poliamor. Este ensayo en el que se basa la serie de Prime Video es uno de los libros más vendidos de Argentina y supone un análisis moderno y sin pudor sobre qué significa el amor romántico y como otras formas de concebir las relaciones están haciendo evolucionar algunos conceptos.
El fin del amor muestra a una treintañera que ejerce como locutora en la radio y habla a su audiencia sobre cómo ser libre, buscar la propia felicidad y construir una personalidad firme y sana, cuando en el fondo ella misma no está poniendo en práctica esos mismos consejos. Por eso, cuando siente la revelación de que debería aplicarse esos consejos que da a sus oyentes, decide dejar la relación con su pareja y dar un giro radical a su vida, probando experiencias nunca vividas y que hasta ahora le parecían más propias de historias lejanas que de una experiencia en primera persona.
Lo que Tenenbaum trata de contar es que en la actualidad existen formas de acceder al amor que en nada se parece a antaño, Tinder y las redes sociales lo han cambiado todo. El matrimonio ya no es una clave de la ecuación, y el romanticismo ha cedido mucho espacio a la libertad y a la realización personal. La autora ha volcado todos estos descubrimientos generacionales en el libro, y Dolera en la dirección de los dos primeros capítulos, por lo que Lali Espósito decidió encargarse además de la banda sonora, pues es la artífice de la música de cabeza que recoge también el título de la obra El fin del amor.