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Por el momento, todas las hipótesis están abiertas en torno al asalto a la presidenta de Eulen, María José Álvarez. Aunque lo más plausible es que el objetivo de los atacantes fuera robar el vehículo de alta gama, de la marca Mercedes Benz, en el que viajaba junto a su escolta, no se descartan otros posibles móviles, como que el objetivo fuera la propia empresaria. En la investigación, resulta clave el testimonio del escolta, cuya rápida reacción evitó que los asaltantes, que acabaron huyendo, se acercasen a ellos.
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-La presidenta de la multinacional española Eulen sufre un asalto con armas mientras iba en su coche
Cree que comenzaron a seguirlos en el parking subterráneo del restaurante al que había llevado a Álvarez a cenar. Tras ver el recorrido que, previsiblemente, iban a hacer, el otro coche les adelantó por otro lado y acabaron haciéndoles una emboscada. Ya frente a frente, detenían el monovolumen Renault Scénic y de él se bajaban dos hombres con armas de fuego que apuntaban directamente al interior del Mercedes de la empresaria.
El escolta reaccionó de inmediato, aunque reconocería después a la policía, como recogen en 'El programa de Ana Rosa', que "estaba muy nervioso" y que intentó cargar, sin éxito, dos veces su pistola. Al final lo consiguió y disparó en varias ocasiones, lo que hizo que los delincuentes regresaran a toda velocidad a su vehículo y huyeran.
Al tener que soltar el volante para coger su arma, el escolta hizo una maniobra brusca y acabaron chocando contra una farola. Aunque en un primer momento se dijo que María José tenía una lesión en un costado, no sería así, según los testimonios de los policías que acudirían al lugar de los hechos y que publica el citado programa de Telecinco. Sí la habrían encontrado, a su llegada, con una fuerte crisis nerviosa, por la que tuvo que ser atendida por Emergencias médicas.
Nada más impactar con la farola, el guardaespaldas llamó a la Policía Nacional y a otro compañero que suele vigilar la vivienda de la empresaria, que acudió de inmediato al lugar donde se encontraban. Acto seguido, llegaron los agentes de policía y comprobaron que había varios cartuchos sin percutir en el suelo que procedían del arma del escolta, de modo que las primeras evidencias cuadraban a la perfección con su testimonio.
Desde el restaurante hasta el lugar de los hechos, muy próximo al domicilio de Álvarez, apenas hay 1,3 kilómetros de distancia. A pesar de tratarse de una distancia relativamente corta para un recorrido en vehículo, hay varias cámaras de seguridad, cuyas grabaciones se analizarán para extraer más datos.