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ho4086 gatha ruiz de la prada© JAVIER SALAS

Ágatha nos abre las puertas de su fabuloso ático de Madrid y nos adelanta sus explosivas memorias

La diseñadora repasa su vida en el libro ‘Mi historia’, que sale a la venta el 23 de noviembre


16 de noviembre de 2022 - 7:48 CET

A lo largo de todos estos años de amistad con ¡HOLA!, Ágatha Ruiz de la Prada nos ha recibido en su casa de Mallorca, en su finca en el campo castellano y en su piso de París. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando la diseñadora nos ha enseñado el espectacular ático que compró, en 1998, en Madrid y que en su día fue propiedad del escritor José Luis de Vilallonga. Se trata de una vivienda de casi seiscientos metros cuadrados, situada en pleno paseo de la Castellana. Adentrarse en este dúplex es como despertar, de repente, en el país de las maravillas y convertirse, ipso facto, en la Alicia de Lewis Carroll. Todo llama la atención. El sinfín de elementos decorativos, sus llamativos colores y sus inesperadas formas. También la gran cantidad de obras contemporáneas que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS

La diseñadora, también  marquesa de Castelldosríus  y baronesa de Santa Pau, nos recibe ahora en su fabuloso ático porque esta es una ocasión más que especial. Está a punto de ver la luz el proyecto en el que lleva trabajando con total secretismo desde hace meses: sus Memorias, que llevan el título de Mi historia (Ed. La esfera de los libros) y que ha dado forma junto al periodista Pedro Narváez. ¡HOLA! ya ha podido leer en exclusiva todo el libro y, como es de esperar, es explosivo. “Sois los primeros en hacerlo”, nos afirma Ágatha. La creadora ha hablado sin filtro de todos los capítulos que le ha tocado vivir a lo largo de sus sesenta y dos años, desde la separación de sus padres, el aplaudido arqui­tecto José Manuel Ruiz de la Prada y la aristócrata María de los Remedios de Urruela —durante su preadolescencia—, a su matrimonio con el periodista Pedro J. Ramírez , el padre de sus dos hijos, a quien se refiere como “el innombrable”. A él le dedica algunos de los párrafos más controvertidos.

“El libro es un poco barbaridad. Pero si cuento mi vida, la cuento. Está claro que va a haber críticos. Pero, cuando haces algo, tienes que ser consecuente y mojarte. Lo mío es una biografía auténtica”

También se sincera sobre la nula relación con sus cinco hermanos, tanto con los cuatro de padre y madre como con Rachel, la hermana secreta que conoció a raíz de la muerte de su padre. “Son unas Memorias bastante bestias, pero porque mi vida ha sido bastante bestia. Dios nos pille confesados… A ver si me tengo que ir de España”, comenta con humor. También hay palabras dedicadas a un amplio abanico de personalidades de máxima relevancia, como la Familia Real, distintos presidentes del Gobierno o el periodista Juan Luis Cebrián, rival editorial de su exmarido. “A pesar de estas cosas, hay muchas cosas que no cuento”, nos avisa.

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Sobre estas líneas, Ágatha es retratada en los pupitres que, en su conjunto, forman la mesa de comedor. En la misma estancia, también se encuentra una inmensa librería y una obra de Peter Zimmermann, que cuelga en la pared.

—¿Por qué has decidido contar ahora tu vida?

—Primero, porque está muy de moda este tipo de cosas. Luego, porque me lo propuso Ymelda (Navajo), que es, si no la mejor, una de las mejores editoras de España. Es amiga mía desde hace mil años. Pero da la casualidad que es una de las pocas amigas del “innombrable”. Pero diré que esto me lo ha propuesto muchísima gente. Ahora no era un mal momento.

“En general, me ha gustado lo de vaciarme por completo. Me sentaba todas las tardes a contarle todo y me gustaba. Era como un psicoanálisis, que era algo que siempre había soñado hacer”

—En el libro hablas de la Familia Real, presidentes del Gobierno, de empresarios muy poderosos… Desde doña Letizia a Ana Botella. Pero solo unos pocos salen bien parados. ¿No has hablado más de la cuenta?

—Es muy fácil tirarme de la lengua, todo el mundo lo sabe. No soy nada mentirosa. Suelto una barbaridad y me quedo igual… Es un poco barbaridad todo. Pero si yo me meto en una cosa así no es para contar los pájaros y las flores. Yo, si cuento mi vida, la cuento. Por ejemplo, “el innombrable” escribió su biografía y no me mencionó ni una sola vez. Después de estar juntos más de treinta años, es un poco raro, ¿no? Me da mucha pereza hablar de él y me hubiera gustado no hacerlo, pero es verdad que al periodista que lo ha escrito le dio bastante morbo y ha hablado más de lo que a mí me gustaría.

—Contar la verdad puede traer problemas. ¿Estás preparadas para alguna demanda?

—Voy a intentar que no… ¿Por decir que alguien es una maruja o una hortera? No creo que me vayan a poner una demanda por eso.

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Sobre estas líneas, un detalle de la mesa de Ágatha, con unos jarrones diseñados por ella y una divertida vajilla de café

—También has contado otro tipo de detalles…

—¡Y todo lo que me he guardado! Pero he contado bastante. Pocas biografías cuentan tantas cosas. Cada dos capítulos, una pequeña bomba (ríe).

La reacción de su exmarido

—Pese a que has llevado el libro con mucho secretismo, se ha terminado enterando el padre de tus hijos. ¿Sabes cuál ha sido su reacción?

—Creo que está moviéndose todo lo que puede para paralizarlo, para que no salga. Creo que va a intentar llamar a centros y a directores de medios para que no saquen nada. Estamos como el primo de Letizia cuando sacó aquel libro… Todavía falta una semana para que salga y estoy histérica. Menos mal que, cuando salga, estoy fuera de España.

“Para mis hijos, este libro es incomodísimo. Pero, ¿qué pueden hacer los pobres? Bueno, Cósima ni sabe. Tristán está aterrorizado. Es tan bueno...Es que no puede hacer nada”

—En el libro hablas mucho, mucho de él. Dices que es un “hortera de bolera”, “no tiene amigos”, “una persona sin sentimientos”…

—Pero es que es verdad. También digo que es generoso. Al final, no le he dejado nada mal para lo que podía haberle dejado. Le he dejado mil veces mejor. Y lo de hortera… Lo siento si le molesta, pero está de moda ser hortera, eh. Además, ¿qué te voy a decir? ¿Que es elegante?

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS

—En su día, ya amenazó con demandarte…

—(Interrumpe). Está como una furia, como una pantera… Luego, tiene a una persona que le calienta para poner juicios de estos.

—¿Temes que esta vez lo haga?

—Bueno… ¿Te pueden demandar por llamar hortera? Aparte, se puede probar. ¿Y por decir que no tiene amigos? Tampoco quiero hablar mucho de él porque me molesta. El escritor ha hablado más de él de lo que debía y menos de mi faceta profesional. Pero ¿cómo resumir una vida tan larga? El papel del escritor era muy difícil.

“He tenido, más o menos, seis grandes amores. Dicen que solo me gustan los canallas. Aunque mi padre no era buena persona, en el fondo, me hacen gracia señores que se parecen a él”

—Si te demanda y debes verlo en los juzgados, ¿volverás a ponerte un burka?

—Hombre, claro (ríe). Espero que no llegue a eso. Tampoco creo que haya nada demandable.

—Habrá quien vea despecho en ti. ¿Qué les dirías a los más críticos contigo?

—Está claro que va a haber críticos. Pero cuando haces algo en tu vida, tienes que ser un poco consecuente y mojarte. Si yo cuento, cuento. Lo mío es una biografía auténtica.

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Sobre estas líneas, en el invernadero de su ático, donde tiene gusanos que producen compost para sus plantas.

—¿Tus hijos saben de estas Memo­rias?

Mis hijos no lo saben porque no quieren saberlo. Ellos estaban el primer día que vino la editora a casa. También han visto muchas veces al escritor… Para ellos, es incomodísimo. Pero ¿qué pueden hacer los pobres?

—¿Ni han preguntado qué vas a contar?

—Bueno, Cósima ni sabe. Tristán está aterrorizado. Es tan bueno… Es que no puede hacer nada. Pero este libro no se lo he enseñado a nadie, ni a ninguna amiga. Si lo hubiese hecho, me habrían empezado a decir: “Uy, quita esto”, “uy, qué barbaridad”… El libro es una barbaridad, partamos de esa base, pero si empiezas a escuchar a todo el mundo… Es mi vida, no la de ellos.

“Nunca me han atraído las drogas. Es que yo siempre he estado como drogada de nacimiento y me he hecho mi propio mundo, donde estoy super a gusto”

—En estas Memorias, ¿cuál ha sido el mejor momento que te ha gustado recordar?

—Ninguno en concreto. En general, me ha gustado lo de vaciarme por completo. Me sentaba todas las tardes con Pedro (Narváez) a contarle todo y me gustaba. Era como un psicoanálisis, que era algo que siempre había soñado hacer. Luego, tuve que leer el libro cuarenta veces para quitar los fallos… Con eso ya no podía más. He estado dos meses con bastante mal humor.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS
Sobre estas líneas, Ágatha posa ante la pintura ‘Woman Taking off Summer Dress’, de Julian Opie.

—¿Y qué no te hubiera gustado contar?

—Ninguno. Es que es mi vida. Hay cosas bonitas y otras menos bonitas, pero si decides contar tu vida y decir la verdad, no queda más remedio que contarlo todo.

Tres abortos en su vida

—Uno de los pasajes de más expectación genera es el del vídeo trampa al padre de tus hijos. ¿Te ha costado revi­virlo?

—Eso me lo ha corregido totalmente la editora, que es amiga de él. Incluso hay más del propio escritor que de mí. Si lo hubieras escrito tú u otra persona, quizá, habría sido muy diferente el libro. Pero lo he contado y eso que, antes, nunca hablaba de ello.

—¿Te ha costado contar el aborto que tuviste después del escándalo?

—Es como empieza el libro y un principio bastante salvaje. 

—En el libro cuentas que tuviste otros dos abortos con tu primer novio. La primera vez, tenías diecisiete años y viajaste a Londres. ¿Cómo lo viviste?

—Estaba aterrada, porque viajé sola, sola a Londres. Pero es que ha habido en mi vida muchos momentos aterradores.

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Sobre estas líneas, la diseñadora, en su sala de televisión —y antiguo despacho de su exmarido, Pedro J. Ramírez—.

—También hablas de la efervescencia que vivía en Madrid durante los años ochenta, aunque no caíste en las drogas.

—No me atraían. Es como a la gente que no le atrae el color… Es que yo siempre he estado como drogada de nacimiento. Siempre me he hecho mi propio mundo, donde estoy super a gusto. Si me das droga, me quitas un rato de estar superbién.

—Otros de los relatos más sorprendentes son los referentes a tu infancia y cómo estuvo marcada por tus padres. Defines a tu progenitor como un esnob y dices que no fue tan buen padre como arquitecto. 

—Es la verdad. Hay gente que no admite que critiques a unos padres, pero son humanos y, aunque puedas quererlos mucho, los puedes criticar.

“Tener una madre depresiva hizo que no quisiera ser depresiva bajo ningún concepto. Fíjate que mi madre tuvo un cáncer morrocotudo y se curó, pero no pudo con sus problemas y...”
Ágatha Ruiz de la Prada nos presenta sus explosivas memorias

—Sin embargo, sí fuiste amiga de las novias de tu padre.

—Las novias que tuvo mi padre fueron bastante cojonudas todas. Es verdad. Menos al final… Decía la asistenta de mi padre, que es genial: “Tanto anduvo en la banasta que se quedó con la más basta”.

—Para entender la importancia del color en tu vida, hay que conocer tu relación con tu madre, que era depresiva.

—Tener una madre depresiva hizo que no quisiera ser depresiva bajo ningún concepto. Mi madre se quedó colgada de sus problemas. No quería que me pasara igual.

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Sobre estas líneas, otra imagen de su salón, desde un ángulo diferente

—Pero terminó tomando la decisión más trágica con pastillas…

—Me acuerdo de ella todos los días. Fíjate que mi madre tuvo un cáncer morrocotudo y se curó, pero no pudo con sus problemas y se suicidó… No me lo explico, no entiendo que tomara esta decisión. Pero tenía una enorme dificultad para luchar contra los problemas.

Sin trato con ninguno de sus hermanos

—Señalas a tu madre como la causante de una de las grandes tragedias de tu vida, que es el haberte dejado de hablar con tus hermanas.

—La mayor tragedia fue haberme peleado con mis dos hermanas, pero mi madre no actuó así con mala intención, porque era patosa para eso. Como cuento en el libro, ayudé al “innombrable” en su carrera profesional y mi madre era incapaz de hacer eso con su marido, sus hijos y con nadie. No se ayudaba a ella. En cambio, cuando estabas mala, se ponía contenta porque le gustaba cuidar.

—Con tu hermano Manolo tampoco te hablas. ¿Tienes relación con alguno de tus cinco hermanos? —Tiene cuatro de padre y madre, más la hermana secreta—.

—No. Eso es una tragedia.

 —¿Te gustaría poder arreglar esta situación con ellos?

—Estaría muy bien, pero es una pena. Ha sido culpa de mis padres. La mayor ilusión de toda mi vida era llevarme bien con mis hermanos.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS
Sobre estas líneas, la creadora en otro de los rincones de su casa, que también está lleno de libros.

—De hecho, tu deseo siempre fue tener a tu familia unida.

—Sí, cuando me divorcié, lo que más me molestó fue pensar: “¿Y la familia?”. Para “el innombrable” era mucho menos importante porque no venía de una familia desestructurada.

—¿Quién dirías que ha sido el gran amor de tu vida?

—La suerte es que he tenido tantos grandes amores… Más o menos, seis. Eso es un milagro. He llegado a la conclusión de que controlo bastante el estar enamorada. Es como si tuviera un botón de “me voy a enamorar mucho” y, luego, lo quito. Tengo esa facilidad.

“No tener relación con ninguno de mis hermanos es una tragedia. Ha sido culpa de mis padres. Estaría muy bien arreglar la situación”

—El padre de tus hijos figurará entre esos seis grandes amores.

—La verdad es que estoy mejor con “el innombrable” en mi cabeza que antes de escribir el libro. He recordado tantas cosas buenas… Íbamos un fin de semana con los príncipes de Kent, otro a ver a Aute… Y así millones de cosas. Tengo bastante buen recuerdo de los treinta años, fíjate, aunque no lo quiera ni ver.

—¿Has dado calabazas a alguien en tu vida que, quizá, no tenías que habérselas dado?

—No lo sé… Pero sí, me arrepiento más de lo que no he hecho que de lo que he hecho.

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Sobre estas líneas, detalle de sus estanterías, con varias fotografías familiares, obras de arte y lecturas de todo tipo.

—¿Te atreves a dar un nombre?

—He trabajado tanto, tanto… Luego, cuando ese tema estaba resuelto, no buscaba más. Hay gente que está todo el día buscando novios… Yo no, ya tenía y no necesitaba más.

—¿Y no te has parado a pensar en alguien con el que te hubiera ido mejor a nivel sentimental?

—Como digo en el libro, todos los hombres son iguales. No nos hagamos falsas ilusiones (ríe). Si no es por un sitio, sale por el otro. Dicen que solo me gustan los canallas, pero eso es un defecto. Aunque mi padre no era buena persona, en el fondo, me hacen gracia los señores que se parecen a él en muchas cosas.

—Pese a tener un padre ausente y una madre con problemas, ¿tuviste una infancia feliz?

—Sí, considero que tuve una infancia feliz.

Una nueva juventud, a sus sesenta y dos años

—¿Cómo te sientes a los sesenta y dos años? 

—Esto del libro me ha puesto un poco nerviosa, pero estoy bien. La verdad es que he tenido muchos momentos buenos en mi vida. Por ejemplo, acabo de estar en París y me he acordado de mis desfiles en el Ayuntamiento, de las exposiciones en la ciudad, de aquella cena en Versalles con los mejores cocineros de Francia… He vivido momentos maravillosos.

Portada Agatha Ruiz de la prada© La esfera de libros
Sobre estas líneas, la portada de las Memorias de Ágatha, ‘Mi historia’, que edita La esfera de libros y que sale a la venta el 23 de noviembre.

—¿Cómo te encuentras con José Manuel Díaz-Patón, con el que vas a hacer un año de relación?

No sé si me va a dejar cuando se lea el libro… Estoy acojonada (ríe). Te lo digo de verdad. Al principio, cuando lo empezamos, se ponía muy pesado con que hiciera tal o no metiera tal… Pero, claro, si todo el mundo empieza a opinar… entonces, no habría libro.

—Pues, en las páginas, dices que es el hombre más guapo con el que has estado.

—Es verdad. Igualmente, puede que me mande a hacer gárgaras. Igual me veis otra vez dándole vueltas al bolso (ríe).

‘La enfermedad de las casas’

—Háblanos ahora de tu casa. ¿Qué es lo que más te gusta de ella?

—Me encanta. Es que soy muy muy de casas. Al igual que no comprendo eso de la posesión de joyas, sí he tenido una enfermedad por las casas.

“Cuando me divorcié, lo que más me molestó fue pensar: ‘¿Y la familia’. Para el ‘innombrable’ era mucho menos importante porque no venía de una familia desestructurada”

—También has podido desarrollarla…

—Bueno, pero es que la suerte hay que buscarla. Cuando buscas el éxito y quieres una cosa mucho, te suele suceder. Es como a esas señoras que les gusta ligar y van a un bar en busca de un tío… Al final, encuentran alguno.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS
En la actualidad, Ágatha convive en su impresionante ático con el mayor de los dos hijos que tuvo con Pedro J. Ramírez, Tristán, de treinta y cinco años. Cósima, tres años menor, se encuentra residiendo en Londres. En plena pandemia, su hija empezó a estudiar un máster en la prestigiosa University College London. En el plano sentimental, la diseñadora mantiene una relación con el abogado José Manuel Díaz-Patón Porras, con el que está a punto de celebrar su primer aniversario de relación

—¿Cuál es tu estancia favorita? 

—Toda la casa. Menos la cocina, que es bonita, pero me da igual… Tengo un defecto gravísimo: no me gusta cocinar y no sé. Entonces, me quitas la cocina y no me importa.

—Aquí tienes un montón de obras de arte.

—Estoy pensando en venderlas todas porque estoy en una época de mi vida en la que no me importaría empezar de cero. Ya tengo demasiadas cosas y me encantaría tener pocas.

—Esta casa ha sido punto neurálgico de la actividad política, sede de reuniones que han cambiado España. Hasta has recibido a Felipe VI y a doña Letizia.

—Sí, ha comido mucha gente. Recibo casi a diario. Recuerdo que “el innombrable”, al principio, no quería. Como lo pagaba el periódico, iba a restaurantes. Pero siempre he preferido recibir en casa. Es algo que hacía mi abuela Mery Urruela, en su casa de Barcelona. Tenía un jardín muy bonito, de una hectárea, en Pedralbes, y le gustaba que todo el mundo fuera allí.

—Lo que era el despacho de tu exmarido es ahora una sala para ver la televisión.

—Donde estaba la mesa puse una bolsa de boxeo, para pegar puñetazos.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS

—¿Con intencionalidad?

—(Ríe). Se le ocurrió a Cósima, pero me pareció buena idea. Al final, Tristán lo quitó porque no podía ver bien la tele. Nunca le di un puñetazo. A ver si me iba a hacer daño e iba a salir escaldada.

—¿Queda algo de tu exmarido en la casa?

—Muchos libros. Poco a poco los voy leyendo. Me da pena porque mis niños son digitales y hay miles de libros maravillosos que no leen.

“No sé si Patón me va a dejar cuando lea el libro y me mande a hacer gárgaras. Lo digo de verdad. Igual me veis otra vez dándole vueltas al bolso”, se sincera sobre su actual pareja

—Recientemente, han salido fotografías de tu primo Joaquín Güell con Blanca Suelves…

—Qué suerte tiene. Me acuerdo que Blanca Suelves era la niña más guapa de España.

—¿Ves futuro a esta pareja?

—Le tengo mucho cariño a Ioannes, al duque de Alburquerque, pero Joaco y Blanca hacen una pareja de príncipes. Él, que no puede ser mejor, y ella, que es una princesa.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© JAVIER SALAS
Sobre estas líneas, Ágatha, desde el salón de su ático madrileño, durante su reciente sesión fotográfica para ¡HOLA!

‘Soy ‘supertamarista’’

—Habiendo sido protagonista de una separación tan mediática, ¿cómo has visto la reacción de Tamara Falcó tras su desengaño con Íñigo Onieva?

—Soy “supertamarista”. Encuentro una cosa en Tamara y es que ella es muy natural. Desde mi punto de vista, esa historia estaba muy mediatizada y algo forzada. Por eso ha sido tan impresionante. Si hubiera tenido planes de boda y, a la semana siguiente, dice que se lo ha pensado mejor y que no se casa, pues no hubiera tenido ninguna importancia. Pero fue la exhibición del anillo, de la serie, y fue todo eso que se coció en público lo que hizo que fuera tan impresionante.

—¿Y cómo valoras su reacción?

La reacción de Tamara ha sido ejemplar. Tamara es una tía sensacional. Es increíble cómo controla la comunicación y cómo no se vino abajo. Eso lo ha heredado de su padre y de su madre. Dio la cara ante los medios y se comió a todas las cámaras. Lo hizo colosal.

Las veinte revelaciones más impactantes de Ágatha Ruiz de la Prada

Reunimos en primicia algunas de las “perlas” más sorprendentes de la diseñadora en su repaso a su vida y a algunas de las personaliades más importantes que han pasado por ella.

HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
Sobre estas líneas, Ágatha con su hija, Cósima, de bebé, a principios de los noventa.

Sobre Pedro J. Ramírez

  • “En el aeropuerto de El Prat (....), estaba sacando la maleta y se me acerca un hombre que no conocía de nada y me dice: ‘Soy Pedro J. ¿Tú eres Ágatha Ruiz de la Prada?’. Me dijo que era el director de Diario 16. Simplemente, me divertía ser amiga del director de Diario 16”.
  • El vídeo de Exuperancia “lo recibí en una caja con una ensaimada, uno de mis diseños fetiches es el vestido ensaimada (...). Tal vez hoy me gustaría decirles que lo vi como si nada, pero no fue así. En aquel momento había que desviar el foco, era preciso desviar el foco. Lo miré muy por encima. Mis pupilas provocaron un terremoto al segundo. Me enfadé con todos los que lo vieron. Hubo gente que dio cenas para exhibirlo, pero a mí no me gusta el morbo”.
  • “Cuando lo de Exuperancia, encontré una autoprotección. Tuve una historia con un hombre que me parecía el más atractivo del planeta. No puedo decir quién es, pero era el número uno. No es que cayera enamorada, estuve loca de amor, que no es lo mismo”
  • “El día que ‘el innombrable’ me dijo ‘tenemos que hablar’ tampoco añadí mucho morbo al asunto. Cuando me enteré de quién era la otra, estaba en casa de una amiga en Bogotá. Me tomé mi Orfidal y a dormir. Mi amiga estuvo toda la noche viendo vídeos de ella. Yo nunca los he mirado. Al ver la foto, me di cuenta de que éramos totalmente diferentes”.
  • “Un día se fue a la finca con Tristán. Dijo: ‘¿Crees que tu madre me perdonará?’. Tristán le respondió: ‘Hombre, si te pones de rodillas y te pasas así ocho meses, igual tienes alguna oportunidad’”
“Soy feminista desde siempre. No necesito coger una pancarta ni parar de trabajar en el Día de la Mujer porque así lo digan algunas activistas. Queridas, hay que ser feminista desde la cuna y todos los días del año”
HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
Sobre estas líneas, con Isidoro Álvarez, histórico presidente de El Corte Inglés, en 2012.

Sobre su vida sentimental

  • “Luismi —Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre— me decía: ‘Si yo te hubiera conocido…’. Y yo digo: ‘Si yo te hubiera conocido, no te habría mirado nunca, jamás en la vida’. O sea, yo jamás me hubiera ido con Luismi. Menos el día que le conocí, exactamente a esa hora”
  • “Recuerdo cuando Luismi me enseñó sus caballos. Me reía por dentro porque la situación era divertidísima. Él es muy primitivo, pero monta un papelito de cómo ligar, lo piensa y lo lleva a cabo. Su casa está ideada con el fin de ligar. Es la mejor que se pueda imaginar para ligarse una mujer. ¡Y para que no pueda volver a entrar ni salir porque está totalmente amurallada!”
  • “Nunca le di importancia al sexo. Qué pereza. A mí me ha interesado más de mayor que de jovencita. Hay personas que solo viven para el sexo, entre ellas, muchas señoras. En cambio, mi plan es una exposición, una ópera… Nunca lo he buscado. Jamás he ido a por un hombre a un bar ni a ningún sitio. Lo bueno es tener muchos planes para no tener que llegar a eso”.
HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
Sobre estas líneas, con Pedro Almodóvar, a quien conoció en la época de la movida madrileña.

Sobre sus padres

  • “Mi madre se había suicidado. Con pastillas. Llego ahí, estaba sola. ‘¿Esto qué es? Qué ha pasado?’, me decía. No me lo podía creer. No me atrevía ni a mirarla del miedo que daba. Llegó el juez. ‘¿Qué le pasa a su madre?’, me preguntó. ‘Tiene psoriasis, depresión, cáncer, tiene, tenía mal una pierna…’. No sabía ni qué decirle. Llamo a mi hermano: ‘Que se ha muerto la jefa’, le comunico. Me responde: ‘Ya lo sabía’. Estaba en Ciudad Real, en una excursión en moto con unos amigos”
  • “Quería más a mi madre, Isabel, la del etéreo dolor, pero admiraba más a mi padre. Ella siempre estuvo mal. Le diagnosticaron un trastorno maníaco-depresivo. Mi padre era muy guapo. Muy atractivo. Muy pijo, lo más pijo del mundo, bien vestido siempre, moderno, creo que bastante esnob.”
  • “Mis padres se separaron y los hijos se repartieron: los chicos con mi padre, en Madrid; las chicas con mi madre, en Barcelona. Al principio, en casa de mis abuelos, y después, en un barrio peor, el de Sarria. Pasamos de tener la casa más bonita de Madrid, un barco, chóferes, a ser los pobres de la familia. Fue traumático”

Sobre la Familia Real

  • “El príncipe y Letizia estuvieron en mi casa. Conocí a don Felipe porque iba a su colegio. Lo veía muchas mañanas. Un niño ideal, unos ojos grandes, azules, rubio, una monada, porque no se podía ser más guapo. Ya de mayor, más cortado, me atrae menos. ¿Y ella? Si has estado con don Juan, doña María...¿Qué me va a atraer de Letizia Ortiz?
  • “El príncipe y Letizia estuvieron en mi casa. Conocí a don Felipe porque iba a su colegio. Lo veía muchas mañanas. Un niño ideal, unos ojos grandes, azules, rubio, una monada, porque no se podía ser más guapo. Ya de mayor, más cortado, me atrae menos. ¿Y ella? Si has estado con don Juan, doña María… ¿Qué me va a atraer de Letizia Ortiz?”
  • “No entiendo que la infanta Cristina no se diera cuenta de que, por encima de todo, lo más importante es la Monarquía. Vale que se casara con un jugador de balonmano, pero si no asume que tiene que defender la institución por encima de todo, como la defendieron su abuelo y su padre, mal vamos los monárquicos. ¿Qué tontería es esa de que ‘estaba enamorada’?”
HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
Arriba, su madre, la aristócrata María Isabel de Sentmenat y Urruela. Sobre estas líneas, Ágatha con su abuelo Félix de Sentmenat y Güell —marqués de Castelldosríus y gentil hombre de cámara de Alfonso XIII— y don Juan de Borbón.

Sobre otras personalidades

  • “Conocí a Juan Luis Cebrián antes que al ‘innombrable’ porque mi amiga Maribel Schumacher montó una cena en la que uno de los invitados era él. Juan Luis estuvo muy simpático. En esa época, no tenía pareja y hubo un cierto flirteo por su parte. Al poco tiempo, ya empecé con el otro”
  • “Isidoro (Álvarez, histórico presidente de El Corte Inglés) me aconsejó: ‘Lo que tienes que hacer es ropa de niños’. Poca gente sabe que El Corte Inglés nació como tienda infantil, y desde ahí creció hasta ser un imperio. No me hizo ninguna ilusión, pero dije: ‘No le voy a poner pegas a este hombre’. Fue un exitazo. Otro día me animó: ‘Tienes que hacer joyas’. Vendimos seis millones de euros al año solo en joyas. Increíble”
  • “Mariano Rajoy me hacía más gracia. Una vez que dijo: ‘He venido a esta reunión preocupado y me he salido muy preocupado’. Me gustó muchísimo su sentido del humor, esas cosas de Mariano tan guays”
  • En la moda ha triunfado tanto lo hortera que ya llega a ser divertido. Georgina Rodríguez es un personaje simpático. Resulta tan exagerada que parece graciosa”
HO4086 Ágatha Ruiz de la Prada© LA ESFERA DE LOS LIBROS/Cortesía de Ágatha Ruiz de la Prada
Sobre estas líneas, la boda de sus padres, el arquitecto Juan Manuel Ruiz de la Prada y María Isabel de Sentmenat

Otras anécdotas y reflexiones

  • “A los venticuatro años, digamos que me arruiné. Estuve muchos días sin dormir. Fue algo terrorífico. No he vuelto a pedir un crédito en mi vida. Ni un céntimo”
  • “Una vez me llamaron para nombrarme ‘La mejor empresaria de España’. Me fui a comer con ocho señoras y les dije: ‘Chicas, mirad, yo no sé ni lo que es el deber ni el haber. o sea, que no me nombréis la mejor empresaria de España. Ni se os ocurra porque me la sopla, es que me da vergüenza, no quiero ser empresaria, no lo soy’. Se quedaron espantadas. Pero, ¿qué empresaria ni qué niño muerto”
  • “Soy feminista desde siempre. No necesito coger una pancarta ni parar de trabajar en el Día de la Mujer porque así lo digan algunas activistas. Simplemente lo soy. Para mí es como si dijera que soy blanca o negra, o mestiza o, no sé, cualquier cosa evidente. Queridas, hay que ser feminista desde la cuna y todos los días del año. Apunten mis frases, que son gratis, y las pueden sacar de algún apuro. Por algo soy una mujer libre”
FOTOSJAVIER SALAS
TEXTOANTONIO DIÉGUEZ
ESTILISMOBEATRIZ MORENO DE LA COVA
FLORESBRUMALIS
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAANDRÉS CARDONA
ASISTENTE DE ESTILISMODIEGO SERNA
ASISTENTE DE FOTOGRAFÍAELI TRIVINO
PRODUCCIÓNMARÍA PARRA Y MARÍA LÓPEZ REY
VÍDEOELENA ANDRÉS CASADO
LOOK 1VESTIDO: ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA/ZAPATOS: MANOLO BLAHNIK
LOOK 2VESTIDO: ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA/ZAPATOS: MANOLO BLAHNIK
LOOK 3VESTIDOS Y COMPLEMENTOS: ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA
LOOK 4VESTIDOS Y COMPLEMENTOS: ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA
LOOK 5VESTIDO, ZAPATOS Y MEDIAS: ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA/TOCADO: VIVAS CARRIÓN

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.