La boda de Alex Rivière y Christian Sieber congregó en Venecia a ciento cincuenta invitados llegados desde España, Austria, Francia, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Turquía, México, Hong Kong, y otros rincones de la propia Italia. Una cumbre de aristocracia, alta sociedad, apellidos ilustres y grandes fortunas, ligados al mundo empresarial y de la moda, que acompañaron a los novios en un exclusivo e inolvidable fin de semana.
Entre la “delegación española” estaban la top model Marta Ortiz, acompañada por su novio, el empresario Mario Carranza; el diseñador Juan Avellaneda; Sofía Paramio, editora de moda y cofundadora de All About Management; la modelo Coral Simanovich, casada con el jugador del Fútbol Club Barcelona Sergi Roberto, que fue dama de honor de Alex, a quien conoce desde su llegada la Ciudad Condal; Prisca Perez Pla, y la directora creativa Belén Antolín.
Encontramos rostros el mundo digital 3.0 al que también pertenece Alex Rivière, con más de un millón de seguidores en Instagram.. Estuvieron las its Ginevra Mavilla, hija de la empresaria italiana Mara Poletti, creadora de la firma de relojes ToyWatch; y la influencer Alessandra Airo, fundadora de 1984/PR, empresa de relaciones públicas digital y eventos de moda y lujo; o Viktoria Rader, creadora de la firma Vikyandkid, cuyos looks rompedores conviven en sus redes con imágenes en las que posa junto a sus hijos.
La lista de invitados incluía al conde Charles von Faber-Castell, heredero de la compañía de lápices más grande del mundo, con una historia que se remonta a doscientos cincuenta años y nueve generaciones. Desde 2015 está al frente de la división Premium de la empresa. Lo acompañaba su mujer, la condesa Melissa von Faber-Castell; también a Lauren Remington-Platt, quintaesencia del estilo norteamericano, nacida en Nueva York, graduada en Columbia y uno los rostros más deseados en las citas más selectas de la ciudad de los rascacielos. La crypto executive pertenece a la familia Remington, fundadora de la compañía de armas más antigua y grande de América, que cambió el curso de la historia, y la que comercializó las primeras máquinas de escribir y coser.
No faltaron el artista Massimo Agostinelli, hijo del financiero multimillonario, filántropo y coleccionista de vinos Robert Agostinelli, presidente y cofundador de Rhone Group, un fondo de capital privado con base en Nueva York, cuya fortuna estimaba Forbes en 2015 en mil millones de dólares; y su hermana Héloïse, nacida del matrimonio del magnate con Mathilde Favier-Meyer, directora de relaciones públicas VIP de Dior y uno de las personalidades más admiradas y reclamadas de los circuitos culturales parisinos. Criada en el corazón de la industria de la moda en Francia, Héloïse es, a sus veintidós años, una de las it girls más solicitadas y pareja de Yannis Goulandris, descendiente de uno de los apellidos del selecto club de todopoderosos armadores griegos: Niarchos, Onnasis, Lemos, Bardinoyannis....Familias cuyo imperio nació del mar y el trasporte de mercancías, especialmente el petróleo, y por supuesto, los cruceros.
Y de la élite de la moda, encontramos también a Jonathan Andic, hijo mayor de Isaak Andic, cofundador y presidente de Mango, que dirige la división de Mango Man y acudió con su pareja, Paula Navarro, dama de honor de la novia; y al primogénito del diseñador Ralph Lauren, Andrew Lauren, que contrariamente a lo que se podría pensar no forma parte de la compañía de su padre y es productor de cine y documentales. No falto al enlace el matrimonio formado por Francesca y Remo Ruffini. Ella es la mente tras F. R. S. For Restless Sleepers, una firma de pijamas listos para llevar en la calle y su marido es el presidente de Moncler y uno de los hombres más influyentes y poderosos del fashion establishment.