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Durante años, Iñaki Urdangarin se dedicó al balonmano de manera profesional, pero después de retirarse de la competición el deporte también ha seguido teniendo un papel esencial en su vida. Ahora, precisamente haciendo ejercicio, el exduque de Palma ha sufrido un percance que le ha provocado la fractura del codo. Tal y como adelanta Vanitatis, actualmente lleva el brazo vendado e inmovilizado tras un accidente que no reviste gravedad, aunque sí "ha sido aparatoso". Siguiendo el protocolo habitual, se ha tenido que someter a varias pruebas diagnósticas para valorar la situación y conocer el alcance de la lesión.
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Urdangarin ha tenido que pasar por el quirófano a causa de esta fractura para evitar problemas a largo plazo. Así lo ha explicado en Semana su madre, Clare Liebaert, quien ha asegurado que la intrvención ha salido bien, que su hijo se encuentra bien, mejorando poco a poco, y que necesita hora mucha paciencia. Parece, por tanto, que tiene que poner en pausa su rutina de actividad física. Desde que en enero de 2021 le concedieron el tercer grado, hemos visto diferentes imágenes suyas montando en bicicleta (es el medio de transporte que usa para moverse por Vitoria) o asistiendo a clases de yoga.
El deporte forma parte de su pasado, de su presente y también de su futuro. El propio Iñaki explicaba que en la cárcel de Brieva hacía dos horas de ejercicio porque había máquinas para hacer cardio, pesas y colchonetas. En su primera entrevista tras obtener la libertad condicional contó que "volver al deporte y a la gestión" era uno de los objetivos que se planteaba en esta nueva etapa ya que siempre se ha sentido "muy bien" en ese mundo. Considera que en el balonmano ha formado una segunda familia y ahora ha retomado el contacto con esta disciplina gracias a que su segundo hijo con la infanta Cristina, Pablo Urdangarin, ha seguido sus pasos y forma parte de la plantilla del Barcelona.
Un 2022 repleto de cambios
A lo largo de los últimos meses son muchos los cambios que ha vivido Urdangarin. Prácticamente 25 años después de su enlace con la infanta Cristina, ambos emprendían caminos diferentes. A pesar de su mediática ruptura, el amor que sienten por sus cuatro hijos es inquebrantable y está por encima de todo. Así quedó claro este verano, cuando compartieron unos días de vacaciones familiares en Bidart, la misma localidad en la que Iñaki desconectó junto a Ainhoa Armentia también en la etapa estival. Anteriormente, la hermana de Felipe VI y su exmarido también habían estado juntos en un partido de su hijo en la ciudad condal y en Jaca, donde se desplazaron para dar el último adiós a su amigo Eduardo Roldán, el que fuera director de la estación de esquí de Candanchú.
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