"Tiempos difíciles se avecinan", anuncia el propio Elon Musk en el primer email que ha enviado a los empleados de Twitter desde que se incorporó a la compañía como nuevo CEO y propietario. En el correo electrónico, que les ha hecho llegar este jueves, les advierte que "sin ingresos de suscripción significativos, hay una buena posibilidad de que Twitter no sobreviva a la próxima coyuntura económica". Es decir, que declarar la bancarrota está en el aire.
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-Elon Musk y todos sus escándalos: crisis empresariales, dos affaires y cuatro hijos en dos años
De hecho, lo dijo claramente, según recoge Bloomberg, en una reunión presencial que ha tenido también este jueves con los empleados de la sede de San Francisco: "La bancarrota no puede descartarse". Ha detallado que, para poder seguir adelante, es necesario que al menos la mitad de los ingresos de la red social procedan de las suscripciones. De ahí que su primera gran medida en Twitter (a parte de destituir a los principales directivos y del despido en masa que ha afectado a la mitad de la plantilla) haya sido Twitter Blue. Ha anunciado una subida de precio por este servicio de casi el doble, a 8 dólares (7,78 euros) mensuales.
Independientemente de que este incremento haya gustado poco a quienes ya tienen una cuenta verificada, empieza a vislumbrarse la posibilidad de que se cobre por tener cualquier tipo de cuenta en Twitter, lo que indudablemente haría reducir de manera considerable el número de usuarios. Habría que ver, en ese caso, cómo de rentable es y más aún teniendo en cuenta que muchos anunciantes se están retirando temporalmente de la red social hasta tener claro el rumbo que va a tomar.
En medio, Twitter estaría perdiendo unos 4 millones de dólares (3,89 millones de euros) al día, según las estimaciones de Musk. Aun así, está completamente decidido a sacarla a flote y por ello, tal y como habría reconocido en la reunión del viernes, ha vendido casi 20 millones de acciones de Tesla por 4.000 millones de dólares (cerca de 3.900 millones de euros), que irán destinados a eso, a reflotar Twitter. La cuestión es que ni siquiera sus mayores apoyos dentro de la compañía no confiarían ya en que logre hacerlo.
Bien por eso o bien por el ambiente que está generando en la empresa (o quizás por ambas cuestiones), importantes directivos como Robin Wheeler y Yoel Roth, que han ayudado enormemente a Musk en sus primeros pasos en Twitter y se habían ganado su confianza, habrían renunciado, según adelanta Bloomberg. Junto a ellos, al menos otros tres altos cargos, pertenecientes a departamentos tan importantes como el de seguridad.
-¿Cuántos hijos tiene Elon Musk?
El desconcierto no hace más que incrementar el malestar de los empleados, a quienes ha comunicado por escrito (en el citado email) que ya no podrán acogerse al teletrabajo y que tendrán que hacer la jornada completa en la oficina. De lo contrario, serán despedidos. Eso, sumado a la presión que ha llevado a algunos de ellos a dormir en el puesto de trabajo, no parece que ahora mismo Twitter sea el mejor lugar para desarrollar la carrera profesional.
La que era considerada una compañía moderna en cuanto a ambiente y ventajas laborales se ha convertido, casi de la noche a la mañana, en paragidma de todo lo contrario. Ahora está por ver cómo repercute todo eso en el funcionamiento de la empresa porque al final, por mucho que sea una mente brillante como la de Elon Musk quien la comande, el motor de toda organización empresarial son sus trabajadores. Y lograr que estos vayan felices a su puesto es, casi siempre, mucho más rentable.