Tras más de cuatro meses sin dejarse ver en público -la última vez fue en la boda de Álvaro Castillejo y Cristina Fernández Torres, en julio-, Margarita Vargas reapareció el pasado jueves en la inauguración del nuevo espacio de la joyería Yanes en El Corte Inglés de la Castellana, en Madrid.
La esposa de Luis Alfonso de Borbón sorprendió al llegar con un collarín oscuro, que, como ella misma desveló a ¡HOLA!, llevaba por motivos de salud. En agosto, la duquesa de Anjou tuvo que operarse de las cervicales, un problema de salud del que todavía tardará en recuperarse: “Llevaba siete años muy mal”.
- ¿Qué relación tienes con Cristina Yanes?
- Cristina es una amiga del alma, a la que conozco desde hace mucho tiempo, desde que yo llegué aquí, y bueno, compartimos ahijadas… Y la verdad es que la quiero muchísimo. Creo que es la única que puede levantarme a mí de la cama con esta operación que llevo ahora mismo encima (se toca el collarín negro que rodea su cuello)
- Te vemos con collarín… ¿Te encuentras bien?
- No, bueno… Es que tuve una operación de cervicales en agosto, me quitaron tres discos, me los pusieron de titanio, una placa, seis tornillos… y la verdad es que estoy teniendo una recuperación un poco larga y complicada.
- ¿Te han dicho los médicos cuánto podrá durar la recuperación más o menos?
- Un año… así que poco a poco. Ya te digo que la única que me puede sacar de la cama es Cristina.
“Me tengo que cuidar porque, gracias a Dios, la operación era peligrosa y salió un éxito”
- Así que te habrán dicho que con mucha calma…
- Sí, con calma y mucho reposo.
- ¿Y eso cómo se puede conseguir siendo madre de familia numerosa?
- Es muy difícil porque yo soy muy hiperactiva y me gustan mucho los deportes y todo… Pero bueno, es una etapa de mi vida en la que me tengo que cuidar porque, gracias a Dios, la operación era peligrosa y salió un éxito, pero si no me cuido ahora, no me habrá servido de nada…
- Entonces este año no podremos verte montando a caballo…
- (Pone cara de tristeza)
- Hemos metido el dedo en la llaga…
- No me lo digas. No, la verdad es que lamentablemente ni este año ni el año que viene voy a poder. Yo quiero volver, mi meta es volver, pero está complicado porque es una cosa muy seria.
- ¿Te están cuidando mucho Luis Alfonso y tus hijos?
- Sí, la verdad es que sí. Me miman muchísimo y no puedo estar mejor acompañada.
- Das impresión de ser buena enferma…
- No me quejo mucho, la verdad, me quejo poco. Pero sí, ha sido una operación muy dura, había muchos riesgos y, gracias a Dios, estoy bien, que es lo más importante.
- ¿Había muchos riesgos y aun así decidiste operarte? Tuvo que ser una decisión valiente y complicada…
- Sí, pero es que ya no había más opción… Llevaba siete años muy mal, así que lo importante es que todo salió bien. No sé, ahora voy a tener que empezar a meditar (se ríe).
- Meditar te puede ayudar a sobrellevar el dolor
- No aguanto ni tres segundos (se ríe). Tengo muchísimo dolor. Es lo que me toca.
- En breve vas a celebrar tu aniversario con Luis Alfonso
- ¡El domingo (seis de noviembre)!
- Han pasado 18 años de vuestra boda…
- ¡El tiempo vuela!
- ¿Tenéis planeado hacer algo especial?
- Dice que me tiene una sorpresa, yo, este año, me dejo mimar, que este año estoy muy tranquilita (sonríe)
- Pero, ¿cómo han sido estos dieciocho años?
- Maravillosos, la verdad. No han podido ser mejores. Muy feliz y muy contenta.
- ¿Y cómo se plantean las Navidades?
- Se plantean en familia, como siempre, que es lo más importante.
- ¿Aquí, en Portugal…?
- Depende de cómo me sienta porque la recuperación va muy lenta, y los viajes para mí no son muy buenos, así que estamos esperando a ver cómo evoluciono.
- No hace mucho que sacó un juego sobre la Historia de España…
- Ah, bueno, tenemos muchos juegos, muchos, muchos…
- ¿Todavía más?
- De hecho, acaba de sacar uno… tiene un montón, vamos.
- ¿Entonces debemos estar pendientes?
- Sí, y de cara a las navidades creo que van a haber buenos regalos.
- Para los más pequeños…
- Y para los más grandes, para todo el mundo.