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Fue un momento único que quedará para siempre grabado en la memoria de los seguidores del culés y de los aficionados al fútbol en general, ese instante en el que Gerard Piqué cogía el micrófono y se dirigiría desde el centro del terreno de juego a un Nou Camp lleno hasta la bandera.
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Un discurso final en la gran noche de su despedida al FC Barcelona donde hubo una frase que, por encima de cualquier otra, encogió el corazón de los presentes. "A veces querer es dejar marchar", pronunció el ya exfutbolista culé tras romper llorar como nunca antes lo habíamos visto.
Esa expresión hecha del lenguaje popular era una toda una declaración de amor al club de su vida. Sin embargo, no fueron pocos los que nada más escucharle establecieron rápidamente un paralelismo entre su adiós deportivo y su situación personal. Muchos daban un doble sentido a esas emocionadas palabras que, dos días después de retumbar en el estadio, parecen cobrar un nuevo significado. Así es porque en la noche de este lunes se llegaba por fin a un acuerdo entre el exjugador y Shakira por la custodia de sus hijos, pacto que ambos confirmaban hoy en un comunicado.
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Según el arreglo al que han llegado, la cantante se mudará con sus hijos a vivir a Miami a partir de 2023. Esto es algo por lo que la artista venía peleando desde que comenzaron las negociaciones entre sus abogados. Piqué, que en un principio se opuso frontalmente a la idea, ha cedido finalmente siempre pensando en el bienestar de Milan y Sasha.
De esta forma, tal vez ese mensaje que trasladó el fin de semana a los fans del Barça tenía también mucho que ver con su lado más íntimo. Es decir, que habría tomado ya la decisión de dejar que sus niños se marchen a Estados Unidos para que estos comiencen una nueva etapa allí. La leyenda culé de 35 años arrancó su intervención dando las gracias "a todos mis compañeros, al staff técnico y al club", señaló primero bajo un ambiente completamente entregado a él. "No es una despedida, ya me fui con 17 años y regresé", proseguía ante los continuos aplausos y vítores de la gente.
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"En la vida, cuando te haces mayor, te das cuenta de que a veces querer es dejar marchar", expresaba entre lágrimas desconsoladas. "En una relación de tanto amor y pasión como la que existe entre el Barça y yo, era el momento de dejarnos un espacio y un poco de aire", decía como si estuviera hablando de una expareja.
"Quiero deciros, y ya lo sabéis muchos, que mi abuelo me hizo socio el día" que vino al mundo, recordaba también, así que "nací y moriré aquí", sentenciaba. "Estoy convencido de que en un futuro volveré", reiteraba. "Visca el Barça. Siempre", dijo para acabar con gran sentimiento y mirando a la zona de palco, en alusión indirecta a su gran deseo que es llegar a ser presidente del Barça algún día.
Los detalles del documento sellado por ambas partes
En cuanto a los pormenores del acuerdo, según hemos podido saber, un punto muy importante para empezar es que Gerard Piqué tiene la posibilidad de disfrutar de diez días al mes de sus pequeños. ¿Cómo se resuelve algo así, si los niños estarán viviendo en Miami? Pues de la forma que el exjugador desee o pueda en cada momento en virtud de sus compromisos e intereses.
Es decir, que podrá desplazarse a Estados Unidos para estar allí con ellos, o podrá traérselos aquí a España durante ese periodo para que los niños estén con sus abuelos, o viajar con sus retoños a otra parte del mundo, o simplemente no ejecutar dicha cláusula en un momento dado si no puede hacerlo por cualquier motivo. Se irá viendo cada mes y el abanico de opciones es amplio.
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No será ni mucho menos el único tiempo del que Piqué podrá disfrutar de Milan y Sasha, puesto que también están los periodos vacacionales. Hablamos de las semanas de descanso que tienen lugar a lo largo del curso escolar, que en Estados Unidos son Acción de Gracias -en noviembre-, las Navidades y el llamado Spring Break en la primavera. Como son periplos cortos, esos serán para Gerard Piqué esté íntegramente con sus niños. Después, cuando hablamos del verano, la temporada estival se repartirá entre el jugador y Shakira con un mayor porcentaje para él.
Por último, en cuanto a la casa familiar de Splugues de Llobregat (Barcelona) donde reside Shakira con sus hijos, es muy posible que se ponga a la venta ya que el excentral del FC Barcelona no tiene intención alguna de vivir allí una vez la vivienda se quede vacía. Algo comprensible, puesto que este ha rehecho ya su vida sentimental con otra persona como es su novia Clara Chía. En cualquier caso, la decisión de sacarla al mercado será siempre consensuada entre la expareja, ya que ambos son propietarios de la misma.