No hace ni una semana que se ha hecho efectiva la compra de Twitter por parte de Elon Musk y su impronta ya está haciendo temblar la compañía. La primera medida del ‘tuitero jefe’ (así se presenta en su perfil de esta red social desde que es el dueño oficial) fue despedir a los principales directivos, empezando por Parag Agrawal, el director ejecutivo, algo que era más que previsible, dados sus comentarios en la red social. Pero lo ocurrido con Vijaya Gadde, máxima responsable legal de Twitter (y responsable de cerrar el perfil del expresidente estadounidense Donald Trump) parece ser una venganza premeditada.
Ella y Musk hablaban en un podcast junto a otras dos personas cuando le tocó el turno a Gadde. "Yo misma he cometido errores en un par de ocasiones", comentaba con total normalidad, a lo que su nuevo jefe respondía que "los errores tienen grandes consecuencias": "Estás despedida". Casi como si le costara procesar las palabras que acababa de escuchar y con las miradas incrédulas de sus dos compañeros, comenzó una nueva frase hasta que se dio cuenta de lo que el magnate había dicho. Sin mediar palabra, Vijaya Gadde se quita los cascos, se levanta de su asiento y se marcha.
El despido de esta directiva también entraba dentro de lo previsible, pero no tanto el modo en el que lo ha llevado a cabo. Lo más curioso es que, por el momento, las políticas de moderación de Twitter se mantienen, a pesar de que era una de las grandes novedades que anunció que iba a implementar. Está por ver, eso sí, cuanto dura, puesto que ya ha creado un Consejo de moderación de contenido para que participe en la toma de decisiones importantes en la red social y en el restablecimiento de las cuentas suspendidas de forma permanente, como la de Donald Trump.
No solo los altos cargos temen las decisiones de Elon Musk. También el resto de la plantilla y no solo ante la posibilidad de un despido, sino por sus exigencias. Ahora les pide que trabajen 24 horas al día para tener disponible un nuevo servicio con el que va a dar una vuelta de tuerca a Twitter: cobrar 20 dólares (también unos 20 euros) al mes a los perfiles verificados, el popular signo de verificación azul, que hasta ahora tenía un coste de 4,99 dólares (5,05 euros) mensuales.
Los usuarios que ya estén verificados, que se estiman en torno al medio millón de cuentas, dispondrán de 90 días para suscribirse al servicio o perderían su marca de verificación azul, según el portal especializado 'The Verge'. El aviso para los trabajadores es claro: deben tener listos los cambios en esa función para su lanzamiento el próximo 7 de noviembre o, de lo contrario, serán despedidos.