Rocío Carrasco vivía este domingo una jornada especialmente emotiva por el homenaje que recibía su padre, Pedro Carrasco. Con motivo del primer centenario de la Federación Española de Boxeo, la organización realizó una entrega de premios en la que Carrasco tenía un lugar protagonista tanto por su trayectoria profesional como por haber desempeñado una hazaña única: el mejor combate de boxeo de la historia de España. El homenaje era, como no podían ser menos, compartido con su contrincante en aquel duelo, Miguel Velázquez, que se fundió en un emotivo abrazo con la hija de su eterno rival.
El que se celebró el 13 de junio de 1969 no fue un combate cualquiera. Pedro Carrasco y Miguel Velázquez se disputaban el cinturón de peso ligero en el Campeonato de Europa, uno de los más importantes para todo boxeador profesional. Antes de que se vieran cara a cara en el ring, el duelo ya había dividido al país, que apoyaba fervientemente a uno o a otro.
Pero si es considerado el mejor combate de nuestra historia no es porque dos españoles llegaran a la final de un Campeonato europeo, sino por cómo discurrió la batalla, que se celebró en el Palacio de los Deportes de Madrid. Fue una lucha sin par, igualada a más no poder. Los jueces se inclinaron en el último momento por otorgar la victoria a Carrasco, pero el combate estuvo tan disputado que el público asistente sacó a hombros a los dos boxeadores. Uno y otro se proclamarían años después campeones del mundo.
Este domingo, la Federación Española de Boxeo hacía entrega de dos trofeos, uno para Velázquez y otro para Carrasco, que recogía su hija Rocío. "Para mí es muy importante; lo he recogido con muchísimo orgullo y con mucho agradecimiento", aseguraba Rocío Carrasco, visiblemente emocionada. "Tuyo es, campeón. Te quiero", le decía a su padre, que falleció en 2001. No lo ha acompañado su marido, Fidel Albiac, en un día tan importante ya que se encontraba al frente del musical La más grande, en Palencia en ausencia de su mujer.
Su próximo proyecto: una serie sobre su padre
Junto a ella, subieron al escenario en el momento en el que se le hacía entrega del premio su tío Antonio (hermano de su padre) y sus primos, Fernando y Patricia. "Es la primera vez que estamos todos los Carrasco", decía la hija del boxeador que también ha anunciado emocionada el proyecto en el que se encuentra inmersa: una serie sobre la vida de su padre.
Rocío Carrasco y Miguel Velázquez se intercambiaban los galardones al tiempo que se fundían en un afectuoso beso. "Quién me iba a decir a mí que, 53 años después, le iba a dar un trofeo a la hija de mi gran rival, Pedro Carrasco", comentaba con sentido del humor el otro homenajeado. Tras posar ambos con los premios, Rocío ayudaba a bajar del escenario al exdeportista con el que se quedó charlando tras la entrega.