El matrimonio formado por Ivan Rakitic y Raquel Maurinos acaba de vivir una celebración llena de emoción: el bautizo de su sobrino Carlos. El futbolista y su mujer han tenido además un papel muy destacado en la ceremonia ya que han ejercido como padrinos del pequeño, que llegó al mundo el 14 de junio fruto de la relación de Irene Maurinos y Alberto Márquez. "Que Dios te guíe e ilumine siempre mi muñequito precioso tus padrinos estamos muy orgullosos de ti. Te amamos mucho. Día especial", ha indicado el jugador del Sevilla FC, quien tiene junto a la maquilladora dos niñas llamadas Althea y Adara que también acudieron al festejo y se mostraron en todo momento muy atentas de su primo.
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-El curioso papel de David Bisbal en la relación de Iván Rakitic y su mujer, Raquel Mauri
El bebé recibió este primer sacramento en la capilla de San Antonio de la Catedral de Sevilla, un imponente templo gótico que es Patrimonio de la Humanidad. Rakitic y su mujer se sentaron en el primer banco hasta que se acercaron a la pila bautismal, donde se vivieron momentos de emoción ya que tanto los padres del protagonista de la jornada como sus padrinos miraban con atención mientras caía el agua por la cabeza del bebé. La hija mayor de Rakitic también se acercó curiosa, apoyada en el bloque de piedra, observó muy atenta todos los movimientos del sacerdote que ofició la homilía.
Tras la misa, toda la familia se hizo una foto para el recuerdo con una de las obras de arte más destacadas, la Visión de San Antonio de Padua, pintado por Bartolomé Esteban Murillo entre 1670 y 1680. Ivan Rakitic lució para la ocasión un traje gris con corbata geométrica a juego mientras que su esposa Raquel estaba radiante con un vestido azul con mangas abullonadas y la melena recogida en una coleta baja. Las hijas del matrimonio lucieron dos vestidos blancos idénticos con coronas de flores. Los looks de Althea y Adara escondían además una curiosa conexión con el faldón de cristianar de su primo al tener los tres trajes puntitos bordados.
La jornada de bautismo finalizó con una divertida celebración ya fuera de la catedral. Para la fiesta se preparó una increíble decoración en tonos pastel en la que no faltaron los globos, un photocall en el que se podía leer "Mi bautizo,Carlos" y una deliciosa tarta. El dulce emulaba tres pisos gracias a tres colores diferentes y estaba rodeado por macarons y merengues. Además, en la parte alta había dos flores blancas, a juego con el resto de arreglos florales que adornaban la sala. También se colocaron unas cajitas de recuerdo con lazos.
Un flechazo, una 'mini-Shakira' y una futura deportista
El jugador croata y su familia están felices y muy adaptados a la vida de la capital hispalense. Su esposa, que es andaluza, dice con gran sentido del humor que el centrocampista es "más sevillano que el escudo" y ambos están encantados de que sus niñas crezcan en esta ciudad andaluza que siempre han llevado en el corazón a pesar de haber pasado temporadas en otros destinos como Sevilla. Tal y como contaron en ¡HOLA!, la historia de amor de Ivan y Raquel comenzó cuando el deportista fue al hotel en el que ella trabajaba como camarera a tomar un café en su primera. Sintió un flechazo instantáneo y siete meses después consiguió tener una primera cita desde la cual no se han separado.
Sus pequeñas, a las que definen como dos niñas muy alegres, han completado su felicidad. Althea, de 9 años, dicen que tienen madera de artista y es gran seguidora de Shakira, con la que sus padres tiene una buena relación que se forjó durante la etapa en la que Rakitic jugó en el FC Barcelona con Gerard Piqué. La pequeña Adara, que nació el día de la madre en 2016, tiene madera para el deporte.