Son días complicados para Cayetano Rivera . Tal y como avanzaba ¡HOLA!, en exclusiva, el pasado domingo por la noche, su matrimonio con Eva González no se encuentra en su mejor momento.
El diestro y la presentadora, que han formado, desde 2009, una de las parejas más atractivas y admiradas del panorama social, atraviesan una grave crisis. Se han distanciado, y, según ha podido conocer nuestra revista, ya no viven bajo el mismo techo.
Recientemente han sido pocas las ocasiones en las que hemos podido verlos juntos. De hecho, la semana pasada ambos aparecieron ante los medios de comunicación, pero por separado. Mientras ella asistía a un evento benéfico en el Teatro Real, el 20 de octubre, él acudía a la gran cita cultural organizada por Mario Vargas Llosa en El Escorial. Estaba previsto que el torero fuese la estrella de una capea que, al final, se tuvo que suspender por el mal tiempo -aquel día no dejó de llover en la ciudad-.
Aprovechando su estancia en la capital, como mostramos en estas imágenes exclusivas, Cayetano no quiso perder la oportunidad de almorzar con una persona muy importante para él, su hija, Lucía .
La modelo, de veintitrés años, a la que adoptó durante su matrimonio con Blanca Romero, se ha convertido en uno de sus grandes apoyos y confidentes de su padre, quien, seguro, le puso al día sobre los últimos acontecimientos de su vida.
Aunque en el pasado tuvieron algún distanciamiento, padre e hija se adoran y mantienen una estupenda relación. Así que Lucía no ha dudado en estar a su lado en estos complicados instantes.
A principios de este mes, Cayetano participaba en el programa Plano General, en La 2 de Televisión Española, donde pronunció unas palabras que ahora cobran especial significado. Cuando se le preguntó si creía en el matrimonio, contestó: “Creo en las personas, creo en el amor y creo que, bueno, que la vida da muchas vueltas”.
Su amor con Eva no ha sido sencillo. Hace nueve años, después de asistir al enlace de Francisco Rivera y Lourdes Montes, anunciaron su ruptura, y, pese que nunca se conocieron los motivos -se apuntó a incompatibilidad de agendas-, nueve meses después, decidieron darse una nueva oportunidad.