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Elena Tablada está exhausta. Desde su separación con Javier Ungría, el pasado verano, poco después de confirmar ¡HOLA! su separación temporal, la diseñadora explicaba a través de sus redes sociales que había decidido “dar un pare” a su matrimonio, un momento complicado en el que todavía se encuentra inmersa. Ahora, en medio de la tempestad, la diseñadora ha encontrado en sus dos hijas, Ella- de 12 años- y Camila -de 2-, su gran apoyo en estos duros momentos.
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Aunque Elena ni confirma ni desmiente una posible reconciliación, de momento la diseñadora ha dejado a un lado sus problemas matrimoniales y ha decidido disfrutar de un día en familia en la localidad madrileña de Chinchón, donde la hemos podido ver muy sonriente, aprovechando este día con sus pequeñas -fruto de su relación con David Bisbal y su ex, Javier Ungría- y su madre.
Pero la vida como madre soltera no es nada fácil, y si no que se lo digan a Elena Tablada, que tuvo que hacer un break en el camino: sentada en el carrito de su hija, Elena aprovechó para tomar un descanso y relajarse tras un día muy ajetreado. Con unas gafas de sol XL, donde ocultaba su mirada, un look comfy fue el outfit elegido por la diseñadora, compuesto por camisa azul, crop top, pantalones vaqueros y unas zapatillas.
Estuvieron tomando algo en la emblemática plaza de Chinchón y luego disfrutaron de una comida en un restaurante, para más tarde hacer turismo por el pueblo y visitar la plaza de toros. Sonriente y feliz, Elena intenta pasar página, en medio de la tempestad, y arroparse en sus seres más queridos tras su divorcio.
Como publicábamos en las páginas de nuestra revista, el pasado mes de agosto, Elena decidió poner tierra de por medio, y viajar hasta Ibiza con sus amigos más cercanos, para hacer más llevadera su separación. Ahora, tan solo el tiempo dirá qué rumbo tomará su matrimonio, si deja una puerta abierta a la reconcilación con el abogado o, por el contrario, será un adiós definitivo.