Este viernes 14, Tana Rivera volvió a deslumbrar en Sevilla, en la boda de Icha González de la Lastra con Juan Jiménez-Filpo. La novia es nieta del desaparecido torero sevillano Manolo González e hija del ganadero Manolo González Sánchez-Dalp, el que fuera apoderado de Francisco Rivera. Al enlace, celebrado en la iglesia de Santa María Magdalena de la capital hispalense, Tana fue con su novio, el empresario Manuel Vega. Allí, también coincidió con el torero José María Manzanares y su mujer, Rocío Escalona.
Para la ocasión, la hija de Francisco Rivera apostó por un elegante look de invitada, compuesto por un vestido azul marino de corte midi ceñido a la cintura, y cuello halter . Siguiendo la tendencia de las capas que está arrasando ahora en la moda nupcial, pero dándole un toque original, Tana quiso lucir un diseño sencillo con capas situadas, especialmente, al final del vestido, en tonos camel y anaranjados.
Para no quitar protagonismo a la prenda, escogió unos complementos sencillos y discretos: joyería dorada, bolso oscuro y taconos de plataforma color camel.
Completando su estiloso look, lució un peinado efecto mojadoque, unido al escote halter del vestido, remarcaba sus hombros y creaba un efecto muy favorecedor para su figura.
Un día después, Tana recibió una sorpresa de su novio y su madre, Eugenia Martínez de Irujo, en un restaurante de Madrid: una fiesta para celebrar su veintitrés cumpleaños, que tuvo lugar el domingo 16. Ya el mismo día en el que sopló las velas, Tana regresó a Sevilla para almorzar con Francisco Rivera y Lourdes Montes en el hotel Alfonso XIII, donde se unieron algunas amigas suyas. Por si no tuviera suficientes fechas especiales, la joven celebra ahora su primer año de amor con Manuel Vega.