Siempre causa sensación en todas sus apariciones, pero en la última de ellas ha despertado, además de admiración, muchas incógnitas. Carlota Casiraghi fue junto a su madre a la entrega de los premios de la Fundación Pierre de Mónaco -que la princesa Carolina preside desde hace años- y a su llegada a la Ópera de Montecarlo, todas las miradas se posaron en ella.
Bajo su vestido de Chanel, firma de la que es embajadora, se intuía un cambio en su delgada silueta, que ha desatado los rumores de que podría estar esperando su tercer hijo. Unas especulaciones que comenzaron el pasado mes de mayo, cuando algunos medios se aventuraron a dar la noticia y que luego, en agosto, volvieron a surgir, después de que se publicaran unas imágenes de ella en traje de baño, durante sus vacaciones en Ibiza junto a su marido, Dimitri Rassam.
No solo su figura, también sus gestos y su postura han llamado la atención y recuerdan a los anteriores embarazos de Carlota, sobre todo el primero, cuando en julio de 2013 su imagen en el concurso internacional de saltos de Montecarlo luciendo sus primeras curvas premamá, dio la vuelta al mundo. Ahí, como esta vez, su madre estaba a su lado. Carlota, que en ese momento tenía 27 años, estaba esperando su primer hijo junto al actor francés Gad Elmaleh, con el que terminó su relación en 2015, tras cuatro años juntos. Entonces, no hubo confirmación oficial, pero sí fotográfica. Semanas más tarde, su embarazo era innegable y en diciembre, llegó al mundo Raphael.
Lo cierto es que, por el momento, no ha habido ni confirmados ni desmentidos por parte de palacio ni de su círculo cercano, pero es que nunca los ha habido. En los últimos dos años, han sido varias las ocasiones en las que los medios de comunicación han apuntado a un posible embarazo por cambios en su silueta y ha sido el tiempo el que ha terminado esclareciendo las incógnitas. Quizá en unas semanas se despejen las dudas y se confirme que Carlota espera su tercer hijo, el segundo con su marido.