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La primera vez que vimos a Najwa Ninri en la pantalla ella tenía 23 años. Debutó bajo la dirección de Daniel Calparsoro, quien ya era su pareja sentimental y con quien contrajo matrimonio el mismo año del estreno del film, en una unión que duraría cinco años. La actriz protagonizó otros films del director catalán, pero no fue fue hasta dos años después cuando tuvo la fortuna de entrar en el reparto de una película que dio la vuelta al mundo, Abre los ojos, que situó a Alejandro Amenábar como un director internacional y que hizo que los rostros de todo su elenco empezaran a sonar al público de fuera de nuestras fronteras.
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Pronto llegaron otros largometrajes ineludibles y que alcanzaron el status de clásico instantáneo y de obra maestra, como Los amantes del Círculo Polar y Lucía y el sexo de Julio Médem, o Piedras de Ramón Salazar. Sin embargo, la buena estrella de Najwa empezó a apagarse hacía del 2010, los proyectos empezaban a no llegar y el éxito de los largometrajes en los que se embarcaba no acababan de hacerse visibles.
En Habitación en Roma de Médem tenía un papel pequeño, y el film no tuvo mucho éxito. Verbo de Eduardo Chapero-Jackson y protagonizado por Miguel Ángel Silvestre tampoco despuntó. Nimri trató de buscar suerte en el teatro, hizo Antígona en 2013, y junto a su pareja musical, Carlos Jean, lanzó un álbum titulado ‘Bonzo’.
Tras seis años sin trabajar en cine, en 2014 Najwa Nimri no estaba en su mejor momento. Había dejado de ser invitada a los Premios Goya y ante ella se pronosticaba un futuro incierto. Es el miedo más temido de todos los que trabajan en esta profesión, que un día deje de sonar el teléfono, no lleguen papeles que interpretar y la popularidad se esfume lentamente pero sin retorno.
Esto no fue así, el teléfono sonó y era una llamada del director de casting de Vis a vis que le ofrecían ser Zulema, un papel constante y con mucho carisma que sería perfecto para regresar a la pantalla. Su primera intervención en una serie, en este caso de la mano de Antena 3, en una época en la que todavía Netflix no era lo que es hoy y aquello que se emitía por televisión era lo único a tener en cuenta.
En 2017 Najwa se encontraba rodando el largometraje de Carlos Vermut Quién te cantará, una película que más tarde le valió una nominación al Premio Goya como mejor actriz. Sin embargo, en pleno rodaje el teléfono de Najwa volvió a sonar con una voz amiga, era Alex Pina, quien ya contara con ella para Vis a vis ahora le llamaba para un proyecto nuevo llamado La casa de papel.
Nimri se mostró interesada en participar en el elenco inicial de la serie pero tuvo que rechazarlo finalmente porque el rodaje de Quién te cantaré hacía incompatibles las fechas de rodaje. Esta es otra situación muy habitual en el mundo actoral, los proyectos a veces se acumulan y hay que elegir entre uno u otro. Saber de antemano el éxito que puede tener una nueva serie es un acto de fe, así que Najwa rechazó participar en la primera temporada de La casa de papel sin imaginar el éxito que supondría.
Pasaron tres años, y el creador de La casa de papel volvió a intentarlo, llamó a Nimri proponiéndole un papel que no podría rechazar. La serie ya era un fenómeno mundial y le ofrecían participar bajo la piel de Alicia Sierra, una inspectora del Cuerpo Nacional de Policía que tendría que hacer frente a la coordinación del operativo policial del atraco al Banco de España con la complicación de estar en su última etapa de gestación.
Volvería a verse en el set con su antigua compañera y amiga en Vis a vis, Alba Flores, en el papel de Nairobi, y volvería a adquirir un éxito a nivel mundial gracias a una de las series españolas que más han triunfado en el mundo, siendo durante varios meses la ficción de Netflix de habla no inglesa más vista a nivel internacional. Más allá del éxito y la popularidad, son estos los papeles que Najwa Nimri valora, los que requieren altísimas dosis de energía, personalidad a raudales y en los que nunca sabes qué va a pasar. Como ella ha declarado en varias ocasiones, no está preparada para hacer de madre. ¿O sí?
Fue en 2021 cuando a Nimri le llegó una de las propuestas más originales de su carrera, ser el rostro visible como presentadora de un nuevo reality al estilo ‘Gran Hermano’ pero de la mano de Netflix. No se trataba de un programa al uso, Nimri nunca lo hubiera aceptado, sino que ‘Insiders’ ponía a prueba a los participantes haciéndoles entrar en un juego de manipulación, juegos mentales, risas, amor y bastantes lágrimas.
Se trató de un reality futurista muy innovador, hecho a la altura y personalidad de Nimri. Sin embargo, pese a lo llamativo del formato, tras la primera temporada no se planteó rodar una continuación y esta aventura en la telerrealidad de Najwa como presentadora terminó aquí.
Acaba de llegar a Netflix un estreno muy esperado, con Najwa Ninri como protagonista principal que trasluce todo lo que hemos conocido de ella durante estos años pero le suma el reto de interpretar a ‘una madre’. Se trata de un personaje complejo, capaz de sacar su agresividad siendo enérgico y sorprendente. En Sagrada familia interpreta a Gloria (o Julia, porque su personaje cambia su identidad).
Después de casi ocho años bajo la batuta de Alex Pina, en Vis a vis y en La casa de papel, Nimri se pone ante bajo la dirección de Manolo Caro, quién fue el creador de La casa de las flores para liderar el reparto de una serie oscura y familiar, un thriller urbano ambientado en una zona residencial de Madrid donde nada es lo que parece y en la que se masca la tensión a cada minuto, precisamente el tempo y el clímax que Nimri sabe ejecutar tan bien, haciendo fácil lo difícil y convirtiendo la tensión en ritmo.