Justo un año antes de participar en la primera edición de Operación Triunfo, mientras soñaba con hacerse un hueco en el mundo de la música, Chenoa tuvo que afrontar un complicado episodio de salud que le marcó para siempre. Al someterse a una citología rutinaria con apenas veintitrés años, le detectaron un cáncer de útero. De no haberse realizado esta prueba específica, la situación habría sido bien distinta. Y concienciar a la gente de la importancia de estas pruebas es lo que la motiva a contar su experiencia como embajadora del decimoquinto aniversario de la campaña de Ausonia a favor de la Asociación Española contra el Cáncer, con la que se ha conseguido recaudar de momento dos millones y medio de euros. “Tengo que reconocer que cuando me diagnosticaron el tumor no lo gestioné bien. La noticia me pilló muy jovencita y de sopetón. Además, decidí no contárselo a nadie e ir sola a las consultas”, recuerda la cantante.
-¿Ni siquiera se lo contaste a tu madre?
-Ni siquiera. Sin embargo, ella, que es muy lista, se dio cuenta de que debía ocurrirme algo, porque yo estaba muy callada. Un día fuí a una de las revisiones y, de repente, salió ella de la consulta. Resulta que se habían equivocado y le habían llamado a ella. Así fue como se enteró y, a partir de ahí, me ayudó muchísimo.
-¿Siempre has sido una mujer así de fuerte, de cargar con todo y salir adelante?
-No, lo que pasa es que me ha tocado un tipo de vida en el que quizás he tenido que apechugar con las cosas casi siempre sola. Tengo una familia evidentemente, pero cuando somos pocos no quieres preocupar al de al lado porque tiene suficiente con lo suyo. Es un mecanismo que después lo vas aplicando a todo para no preocupar a nadie básicamente.
-¿Cómo te lo detectaron?
-En una citología normal. No tuve miedo porque, por suerte, decidieron meterme en el quirófano lo antes posible y me quitaron todo. Me quedé perfecta y siquiera necesité tratamiento de quimioterapia ni nada. Lo mío fue visto y no visto.
-Habrá resultado duro para tí que se te haya preguntado en tantas ocasiones si no querías ser madre.
-Estuve esquivando la cuestión casi veinte años, pero los medios de comunicación nunca me entendieron. Es más, incluso después de hacer público mi problema, me lo han vuelto a preguntar.
-Afortunadamente, hay muchas otras formas de ejercer de madre.
-Hay mil formas. Yo soy madre de muchas cosas que no son hijos. Soy educadora infantil, me especialicé de cero a tres años, y cuidaba ocho niños y por la noche trabajaba en un casino. Les hacía el cincuenta por ciento de descuento a los padres para que vinieran a verme. A mí eso me marcó mucho y ví que había que tener tiempo para cuidar a un hijo. A partir de ahí, con una experiencia in situ, decidí que no tenía instinto maternal. Eso sí, he criado muchos, no te creas. De todos modos, me considero “madre” de mi sobrino y de las hijas de mi marido.
-¿Ha cambiado mucho tu vida tras tu boda con Miguel?
-La verdad es que no me ha dado mucho tiempo, ha sido un camino muy natural.
-En lo profesional también estás en una etapa muy buena. Has vuelto a la radio.
-Así es. Estoy feliz. Es un late night fantástico que hacemos los jueves y los viernes en Europa FM. Me hace muchísima ilusión porque me he puesto al frente de un equipo maravilloso que parece que conozco de toda la vida como Joaquín Reyes, Valeria Ros y Carlos Marco. Estoy muy contenta y estoy aprendiendo mucho. A mí me gusta mucho aprender y siempre le estoy preguntando a Raúl, mi director, que es lo que he hecho mal. Estoy todo el rato como las niñas pequeñas.
-¿Eres, entonces, muy perfeccionista?
-Sí, mucho. Es horrible. Lo he sido siempre. A veces me viene bien y otras no tanto. Muchas veces soy mi propia enemiga.
-También vuelve una nueva edición de Tu cara me suena.
-Ya estamos arrancando, sí. De hecho, ya me he reencontrado con mi Lolita, mi Ángel (Lláser) y mi Carlos (Latre), con quienes formo mi mesa favorita. Nos lo estamos pasando genial y ya hemos empezado a llorar de la risa. Incluso detrás de la cámara, no hace falta que esté encendida.
-¿Qué concursantes creen que van a dar más juego este año?
-Todos son muy artistas en sus medios, pero me provocan mucha curiosidad porque cantar, cantar, no los he oído a todos. A Alfred y a Jadel, sí, evidentemente, que cantan que no veas. Pero Andrea Guasch, que es actriz, y Anne Igartiburu han sido dos sorpresones para mí. Hay que verlas.
-Rosa López se ha incorporado este año a La Voz Kids como asesora con Bustamante. ¿Te ha pedido consejo?
-No. De hecho tengo poco contacto con mis excompañeros de Operación Triunfo. Yo con quien tengo más relación es con mis amigas que ya sabéis quienes son: Natalia, que la tengo de vecina y me trae de vez en cuando a casa lentejas, Gisela, Geno y Alejandro Parreño, que se quedan en mi casa cuando vienen a Madrid, y Vero. A los demás los veo cuando tenemos que celebrar algo y nos seguimos teniendo cariño porque fue una experiencia que nos unió mucho, pero han pasado ya veintiún años y cada uno a ido por su lado.