Pedro y Laura están felices con su pequeño Aimar, el bebé robado en el Hospital de Basurto (Bilbao), de nuevo junto a ellos, pero hasta que lo recuperaron pasaron las peores doce horas de sus vidas. "Me volví loco" y que incluso necesitó medicación, reconoce Pedro en 'Espejo Público'. "Hay momentos que ni los recuerdo" y "Laura estuvo en shock". Aun así, relata los hechos con gran entereza, pero se le quiebra la voz cuando recuerda que la secuestradora se llevó al pequeño en una bolsa. "Mi pensamiento era negativo", explica. "Pensaba que lo podía tirar a la ría, que lo podía tirar a un contenedor, que se podía ir a Valencia, por decir algún sitio, en un tren… cualquier cosa".
-Detienen a la mujer que secuestró al bebé del Hospital de Basurto (Bilbao) fingiendo ser enfermera
"Mi bebé va ahí, en la bolsa", pensó cuando vio las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del hospital. Su mujer, sin embargo, era más positiva, estaba convencida de que pronto Aimar estaría ahí de nuevo. No fue hasta las cuatro de la madrugada cuando Pedro se convenció de que así sería; llamó a los encargados de la investigación en la Ertzaintza y le confirmaron que la habían reconicido por varias calles de Bilbao y que incluso la habían visto comprando leche en una farmacia.
Con ese dato, se dio cuenta de que la mujer no le quería hacer daño a su bebé, sino que probablemente se trataría de alguien con algún problema mental a quien, quizás, le habrían dicho que no podía tener hijos biológicos. "Por lo menos sé que lo va a alimentar, que lo va a cuidar", se dijo.
Cuando Pedro ya no puede contener las lágrimas es al recordar la llamada en la que el jefe de investigación de la Ertzaintza le dice que tiene a su hijo sano y salvo. En ese instante, bajó las escaleras del centro hospitalario corriendo a esperar a que llegara la ambulancia que se lo traería de vuelta. "A los quince minutos llegó, abrieron la ambulancia y pegué un salto para adentro y vi que Aimar estaba bien", relata con una gran sonrisa y aún con lágrimas de emoción en los ojos.
"Otro cumpleaños", dice. El pequeño vivirá, como Pedro anuncia, dos cumpleaños, el de su nacimiento y el de su vuelta con su familia tras la angustiosa pesadilla, más aun cuando, tras la exploración que le hicieron nada más llegar al hospital, comprobaron que se encontraba en perfecto estado de salud.