Pese a no prodigarse demasiado por actos sociales, Enrique Solís no quiso perderse la gran fiesta que Rabat celebró este miércoles 19 en el Palacio de Coloma, de Madrid, donde la firma de joyas presentó su nueva colección. “Soy fan de los relojes. Y siempre que compro un reloj lo compro en Rabat. Luego, Alejandra tiene un gusto exquisito para las joyas”, nos confesó el empresario, refiriéndose a Alejandra Domínguez, la modelo sevillana con la que mantiene una relación desde hace cuatro años.
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Enrique, hijo de Carmen Tello y del marqués de la Motilla, no sólo habló con ¡HOLA! sobre su noviazgo, sino también sobre su amistad con Tamara Falcó, con la que algunos medios le relacionaron sentimentalmente en 2014. De hecho, el empresario se pronunció sobre la ruptura de la marquesa de Griñón e Iñigo Onieva.
—¿Te has enterado de lo que le ha ocurrido a Tamara Falcó?
—Me he enterado de lo que me ha llegado por la prensa y poco más. No soy una persona que vea la tele ni que se entere de nada. Yo me enteré por WhatsApp de eso… Me enviaron un mensaje… No tengo mucho que opinar respecto a eso.
—¿Cuál fue tu reacción?
—Pensé “qué faena”. Sobre todo, que se haga público. No es lo mismo que se entere de manera privada, que España entera.
—¿Qué te ha parecido la respuesta de Iñigo?
—Es que no me he enterado muy bien de la película…
—Pues que le ha pedido perdón a Tamara
—Me parece bien que pida perdón. Me parece bien que cada uno tome la decisión que crea, como si se separan como si vuelven. Lo que pasa es que la presión social hace mucho…
—¿Tú perdonarías una infidelidad?
—Nunca digas nunca. No lo sé.
—¿Alguna vez te han sido infiel?
—Sí.
—¿Cuál fue tu reacción? ¿Perdonaste?
—Pero porque fue un momento en el que no era clara… O sea, ni era clara la infidelidad…
—¿Y cuál fue tu reacción?
—Lo que hice fue dar un poco de espacio y entender por qué había pasado eso.
—Hay que ser muy comprensivo para reaccionar así…
—Es que soy bastante comprensivo.
—¿Qué consejo le darías después de todo lo que ha ocurrido con Iñigo?
—Yo creo que ha respondido bien. Tiene gente cerca que la entiende y la apoya. Y más lista que ella en eso no hay nadie.
—¿Te abruman las preguntas sobre Tamara?
—Un poco, porque no entiendo por qué me preguntan por ella después de tanto tiempo. Quiero ser educado, pero no entiendo que me pregunten por ella. Aparte, no sé nada de Tamara. Cuando la veo la saludo y siempre es encantadora, pero yo tengo mi vida y mi relación. No me meto en la vida de ella ni en la de nadie.
—¿Cuándo fue la última vez que hablaste con ella?
—No sé… Probablemente, por su cumple o Navidad. Su cumpleaños es el 20 de noviembre… No sé… Hablo anualmente con ella.
—Entonces, hay cierta amistad.
—Bueno, hay cariño. Pero ya está. Cuando la veo la saludo y siempre es encantadora, pero yo tengo mi vida y mi relación. No me meto en la vida de ella ni en la de nadie.
—Los medios especularon con que pudo haber algo más con Tamara. ¿Cómo lo viviste aquellos momentos?
—(Ríe) Cada etapa tuvo su momento. Y todo lo que vivo con una persona, de cualquier tipo de relación, intento dar lo mejor de mí.
—En tu opinión, ¿es difícil salir con una persona tan mediática como Tamara?
—¿Eso lo estás diciendo porque estás insinuando que estuve con Tamara? (ríe) Salir con una persona mediática o la fama tiene dos caras. Cuando todo va bien todo es fiesta, y, cuando todo va mal, te conoce todo el mundo y hablan de ti. Esas las dos caras de la moneda.
—¿Qué es lo que más te llama la atención del carácter de Tamara?
—Lo espontánea, sincera y divertida que es. Siempre lo dije: Tamara es una persona maravillosa y muy lista. Cuando se la he presentado a la gente hablan maravillas de ella. En la cercanía, gana mucho. Y los típicos comentarios de “qué pija”, “qué tonta”… Pues no es así. Todo el mundo que la conoce sabe que no es así. Y ella consigue que los comentarios de la gente no le afecten.
—Llevas cuatro años con Alejandra. Saliendo con una modelo y siendo conocido, a lo mejor te da palo dar el paso de comprometerte, por si luego sale mal. ¿Te lo piensas dos veces?
—Me lo pienso veintiséis veces porque ahora la gente se casa como si eso fuera una fiesta y creo que no es así. No sé el porcentaje, pero es muy alto el porcentaje de matrimonios que se separan. No me apetece casarme y a los dos años… Es un poco cachondeo. Yo no tomo esas decisiones así. Si lo tuviera cristalino, pues ya estaría casado. Como no lo tengo cristalino y la prioridad es el trabajo. Además, probablemente después del matrimonio, lleguen niños y mi prioridad es el trabajo, que, afortunadamente, va muy bien después del covid.
—¿Te cansa que te pregunten por una posible boda con Alejandra?
—Me lo dicen todos los días. Y más en la sociedad en la que vivimos y en la que nació. Es un poco lo que toca.
—¿Te ves casado a corto plazo?
—No. No me veo casado a corto plazo.
—Pero, ¿has hablado de este tema con Alejandra?
—Sí, sí. Estoy trabajando y vemos que ahora mismo no es el momento para mí, pero por el tema profesional. Esperaré a que ver cuándo es el momento.
—¿Y has pensado cómo sería tu boda? ¿Será multitudinaria o íntima?
—Hay días que pienso que puede ser multitudinaria y otros en los que me casaría en una isla, con treinta personas. Va por rachas. Pero me da pereza ahora mismo la boda grande.
—Ahora estás volcado en tu trabajo, en un sector muy afectado por la pandemia como es la hostelería.
—Hemos tenido dos años muy malos, como toda la restauración y hostelería. Pero, gracias a Dios, el 2022 está repuntando fuerte y estamos recuperando, con mucho esfuerzo, los niveles prepandemia.
—¿Cuántos hoteles tienes actualmente?
—Tenemos once y vamos a abrir tres o cuatro más.
—¿Dónde?
—Vamos a abrir un segundo hotel en Oporto y otro en Lisboa. También en Madrid.
—¿Cómo está tu madre, Carmen Tello?
—Muy bien, en Sevilla. Está cuidando de Curro [Romero], que tiene ya una edad.
—¿Cómo se encuentra Curro?
—Bien, pero tiene una edad. Las personas van cumpliendo años y se van haciendo mayores… De cabeza está perfecto y ahora, de salud, también.