La decisión está tomada y madurada, Tamara Falcó no tiene planeado ningún tipo de reconciliación con el que fue su prometido y ni siquiera se plantea un acercamiento. La marquesa de Griñón ha decidido cortar por lo sano y quemar todos los puentes que hasta ahora le unían al empresario. Y es que según ha podido saber ¡HOLA!, aunque Íñigo está muy arrepentido, ella es firme en no dar ni un paso atrás.
Ahora ya no hay perdón que valga. Tamara lo tiene claro y por ello ha decidido romper los lazos que hasta ahora le unían al círculo de su exprometido poniendo tierra de por medio con su familia y su pandilla de amigos. La marquesa de Griñón ha cortado por lo sano, no ha dado a Íñigo la oportunidad de ponerse en contacto con ella, tal y como se había asegurado, ni ha hablado con nadie de su entorno. De hecho, ha decidido cambiar su número de teléfono y ahora solo su entorno más cercano cuentan con él en su agenda, por eso el empresario no ha podido ponerse en contacto con ella a pesar de no haber parado de intentarlo.
Tamara se ha sentido completamente engañada por el hombre al que entregó su corazón y con el que pensaba caminar de la mano hacia el altar, por eso una vuelta atrás, parece imposible, pues el daño que ha hecho el empresario a la marquesa de Griñón es muy difícil de reparar. Y aunque él no ha tirado la toalla y ha confesado públicamente que Tamara “es la mujer de su vida”, en la vida de la hija de Isabel Preysler parece que ya no hay hueco para Íñigo, quien lejos de desprenderse del anillo de compromiso que entregó a su chica, ha mandado que se lo custodien, por si algún día tiene de nuevo la oportunidad de entregárselo a la que por unos días fue su prometida.
Pero por si el distanciamiento de Tamara hacia su ex no fuera suficiente ni patente, la marquesa de Griñón ha eliminado de sus redes sociales (casi) todas las fotografías que conservaba junto al empresario, desde que en otoño de 2020 comenzó a salir con él. Todas, menos una. Una imagen bastante simbólica, tomada en abril de 2021, en la que vemos a Íñigo como reflejándose en el espejo. Sin duda, toda una declaración de intenciones que deja bastante claro que lo suyo es un camino de no retorno.