Hande Erçel alcanzó el reconocimiento internacional gracias a su papel de Eda Yildiz en Love is in the air. Una ficción en la que, además de lograr el éxito a nivel mundial, encontró el amor junto a su compañero Kerem Bürsin una relación que hacía suspirar a sus millones de fans y que duró tan solo unos meses, aunque sus seguidores siguen soñando con una reconciliación entre ellos. Desde que acabó las grabaciones de la famosa serie, la actriz, que se está tomando un descanso, ha dejado aparcada su faceta interpretativa mientras se sigue formando, estudia nuevos proyectos, sigue con los trabajos publicitarios de los que es imagen y se vuelca en su familia.
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De la noche a la mañana Hande se convirtió en una gran estrella y el interés por saber de ella se disparó, tanto en su país como fuera de sus fronteras. La protagonista de Hayat: amor sin palabras, de 28 años, siempre ha sido muy reservada con todo lo relacionado con su ámbito privado, pero ahora se ha sincerado como nunca sobre cómo es su vida. Un día a día que, según la propia actriz, no dista demasiado del de cualquier mujer de su edad.
En este momento, la intérprete de Halka, está atravesando una época personal complicada debido a la enfermedad de su sobrina Mavi, de dos años y ocho meses, hija de su hermana Gamze. Fieles a la discrecion que les caracteriza en lo que respecta a su vida privada, no han dado más datos sobre la afección que sufre la pequeña, que es la debilidad de Hande, pero sí han confirmado ya está siendo tratada y la actriz está volcada en los suyos en estos difíciles momentos.
Centrada en lo que más le importa: su sobrina
Hande Erçel está aprovechando este parón profesional para disfrutar de su familia y estar más cerca que nunca de su sobrina Mavi que, según confirmó la madre de la pequeña hace unas semanas, ya está recibiendo un tratamiento para superar la enfermedad que le fue diagnosticada hace unos meses. "Estamos bien y estamos tratando de estar bien. Hace dos semanas iniciamos un proceso de tratamiento para nuestra hija Mavi. Superamos nuestro shock y estamos haciendo todo lo posible para aceptarlo", escribía Gamze Erçel, hermana de la intérprete, hace unos días cuando algunos medios turcos sacaron a la luz la información sobre el estado de salud de la niña.
Por su parte, al ser preguntada sobre cómo estaba llevando toda la familia el proceso de Mavi y cómo se encontraba la pequeña, Hande mostró su agradecimiento por el interés y el cariño que estaban recibiendo. “Todo va bien y tenemos esperanzas en que pueda ir aún mejor. Muchas gracias”, explicaba ante los medios.
Lejos del glamur que se le puede presuponer, la actriz ha confesado en una entrevista con la edición turca de la revista Marie Claire que "vivo una vida normal y tranquila. Tanto como te puedas imaginar". Entre lo que le hace feliz, la artista se centra en cosas sencillas que la llenan, entre las que ha destacado a "mi familia, mis amigos y las rutinas con mis perros". Es una de las intépretes más queridas de Turquía y en gran parte del mundo y, aunque se siente agradecida, ha reconocido que la fama a veces no es fácil. "La popularidad tiene sus limitaciones", ha afirmado.
Aunque muchos crean que lo suyo ha sido llegar y besar el santo, nada más lejos de la realidad. La protagonista de Azize ha ido labrando con mucho trabajo y esfuerzo una importante carrera profesional, nadie le ha regalado nada y ha peleado mucho por alcanzar el lugar que ahora ocupa. "A veces también estoy agotada. He logrado todo lo que tengo trabajando duro. No tuve el lujo de rendirme", ha confesado. Después de unos meses alejada de la actuación ha reconocido que se siente preparada para meterse en la piel de cualquier personaje que se le presente. "Puedo interpretar cualquier papel cuyo guion me atraiga. No tengo límites en eso", ha asegurado.
Cuando se trata de referentes la actriz lo tiene claro y el suyo siempre ha sido su madre, que falleció víctima de un cáncer en 2019 y a quien la actriz tiene muy presente. "En cada etapa de mi vida, en cada situación que me acontece, tomo como ejemplo su postura erguida, su espíritu libre y su alegría. Una alegría que nunca perdió", ha explicado con sinceridad. En su perfil cuenta con una legión de más de 29 millones de seguidores. Es consciente del poder excesivo que tienen las redes sobre la sociedad y de que hay que tener cuidado con ello. "Las redes sociales son un poder descontrolado. No me parece saludable", ha aseverado.
En las fotos que comparte con sus seguidores siempre va vestida a la última, de hecho, está considerada como un referente de estilo en Turquía. Sin embargo, lejos de lo que pueda parecer, reconoce que no es alguien a quien le obsesione la moda o su imagen. "No soy una persona interesada en la moda. No me importa la marca y consumo con cuidado", ha asegurado. Una de sus aficiones y el refugio donde encuentra su vía de escape es la pintura, un arte que le ayuda a evadirse. "La mejor manera de expresar mis emociones es pintando. Me olvido de todo mientras dibujo", ha explicado la intérprete.