Lucía Dominguín ha hecho una de sus confesiones más degarradoras durante su participación en Pesadilla en el paraíso. La hermana de Miguel Bosé ha recordado cómo fue el secuestro de sus hijos Bimba y Olfo por parte de su primer marido cuando los pequeños apenas tenían seis y once años. Su exmarido Alessandro Salvatore se escondió en Estados Unidos y ella se pasó un año y medio buscando a sus hijos. La hija de Luis Miguel Dominguín cree que es algo que todavía no ha superado.
La historia surgió al hablar de los cuatro hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau y de lo bien que se llevan entre ellos. "Estos niños tienen un enganche terrible, están siempre haciendo videollamadas, pasan los veranos juntos, ese vínculo no se va a romper porque un juez lo diga", explicaba la hermana del intérprete de Amante bandido. Fue entonces cuando se refirió a la escasa relación que tuvieron sus hijos mayores Olfo y Bimba con sus tres hermanastros por culpa de la mujer de su exmarido, lo que ha hecho que Lucía recordara entre lágrimas el difícil episodio del secuestro de sus hijos.
"Yo me separé y le dije que no quería volver porque ya me había puesto los cuernos. Y me vine de México donde vivía. Un día de verano no me llaman y tenían que llegar o decirme la hora del vuelo… Me llama mi suegra y me dice 'que sepas que tus hijos están bien pero no los vas a ver más'. El mismo dolor de estómago que sentí, lo siento ahora", confesó entre lágrimas. Gracias a la ayuda de su padre contrató a un detective para localizarlos. "Estuve un año y medio sin saber de ellos, hasta que los encontraron y me llamaron para ir a por ellos. Cuando volví a España estuve un año sin dormir temiendo que se los llevaran".
Un episodio sobrecogedor que tuvo que ir sobrellevando poco a poco, pero el día del fallecimiento de Bimba revivió los fantasmas del pasado al encontrarse con la mujer de su exmarido. "Cuando murió Bimba estaba la mujer de mi ex allí y todos decían que era la segunda madre, las narices. Me dolió muchísimo".