Alberto de Mónaco se encuentra en Cantabria disfrutando de su pasión por la arqueología. El soberano monegasco ha viajado este fin de semana a nuestro país para disfrutar de los hallazgos rupestres de los últimos meses. Tras almorzar con el rey Felipe VI en Zarzuela, llegaba el sábado por la tarde a Cantabria donde era recibido por el Presidente de la Comunidad Autónoma, Miguel Ángel Revilla. Este domingo por la mañana, ambos visitaban el patrimonio de la localidad. Ha sido un día "con mucha emoción y felicidad", ha asegurado en su discurso el monarca, antes de prometer su vuelta, explicando en un simpático castellano que estaría "muy feliz" de poder asistir a la inauguración del Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo, algo que confía en hacer "si el tiempo lo permite". El Centro, que está previsto que se inaugure la próxima primavera, será bautizado con el nombre de su tatarabuelo, ‘Alberto I de Mónaco’, según ha comunicado el presidente autonómico.
Sonriente y muy dispuesto, vestido con ropa cómoda, hemos podido ver al soberano llegando a la localidad de Puente Viesgo para visitar las instalaciones del futuro Centro de Arte Rupestre. Allí, acompañado por Miguel Ángel Revilla, el príncipe ha sido testigo a pie de obra del trabajo que se está realizando. A continuación, ha pronunciado un discurso cuyas primeras frases han sido en castellano. Luego, ha continuado en francés, recordando que su visita se inscribe en una serie de conmemoraciones sobre los lugares y los sitios que el príncipe Alberto I, su antepasado, "visitó y promovió en sus escritos por los descubrimientos en Cantabria que tanto le interesaban". Se ha mostrado "feliz" de conocer que "no solo se realizan nuevos descubrimientos cada año, sino que habrá un centro de interpretación en el futuro".
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Le hemos visto escuchar con atención las palabras de Roberto Ontañon, director de Cuevas Prehistóricas de Cantabria, que ya vaticinó en una de sus últimas visitas a la obra: “El Centro de Arte Rupestre nos pondrá a la cabeza en la gestión y difusión del bien patrimonial”. Ducho en la materia, el mocarca se ha interesado por todo tipo de detalles, sin ocultar en ningún momento su entusiasmo y gran admiración por los expertos en la materia que hoy le acompañaban en su visita. El director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) y de Cuevas Prehistóricas de Cantabria ha sido el encargado de la explicación técnica.
Acompañado también por el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga; el consejero de Turismo, Javier López Marcano; el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas, y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), el soberano se ha detenido en el hall de entrada para atender amablemente a una de las trabajadoras del complejo, que le ha pedido que le firmase una antigua foto que se hizo junto a él en su visita de 2010 y que hoy llevaba impresa.
Amable y muy cercano
En solitario, sin la compañía de su esposa Charlene de Mónaco, tal y como lo hizo la última vez, el hijo de Rainiero ha vuelto a entregarse a su gran pasión por la arqueología viviendo con entusiasmo y entrega la aventura. Amable y muy cercano, ha sido muy cariñoso con todos los lugareños que se han acercado curiosos a contemplarle. Antes de disfrutar de un almuerzo privado en compañía de las autoridades, Alberto I de Mónaco ha visitado también las cuevas de Monte Castillo, ubicadas en el mismo municipio cántabro. Una inolvidable historia familiar le une a ellas, pues su tatarabuelo Alberto I, participó como mecenas en las primeras excavaciones que se hicieron sobre el terreno.
Durante el almuerzo, el Presidente de la Comunidad Autónoma ha compartido una divertida foto donde vemos a Alberto degustar las famosas anchoas del cantábrico, una de las grandes joyas de nuestra gastronomía. "En Puente Viesgo, degustando unas anchoas elaboradas por manos expertas de Cantabria" explicaba el presidente autonómico Miguel Ángel Revilla durante el almuerzo privado del monarca con las autoridades que ha tenido lugar hoy tras la visita a las cuevas", explicaba Miguel Ángel Revilla.
Esta nueva visita se produce más de doce años después de la que ya realizó el 28 de septiembre de 2010 y en la que entre otros lugares, visitó las cuevas de El Castillo, donde el gobierno de la localidad hizo colocar una placa en honor a los monarcas monegascos, agradeciendoles sus aportaciones para las primeras excavaciones de un conjunto arqueológico que en 2008 fue declarado Patrimonio de la Humanidad y asombra hoy al mundo entero. El nuevo Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Cantabria servirá de plataforma para el conocimiento del patrimonio arqueológico de la comarca, y como acceso a las cuevas prehistóricas.