Cristina Pedroche y David Muñoz son una de las parejas mejor avenidas del panorama español. Un amor que va más allá de las apariciones públicas, puesto que el prestigioso chef ha reconocido que gran parte de su éxito laboral se debe a la calma que le aporta la conductora televisiva. "No es fácil asumir esta presión constante, pero llegó Cristina hace 8 años y lo cambió todo. Es una persona con un talante superpositivo, inteligente con una mirada muy crítica y me ha ayudado a gestionar cosas para que sea más feliz", ha declarado a Joaquín Sánchez en su nuevo programa, Joaquín el novato, sobre ese balance necesario entre lo profesional y lo personal.
Precisamente, este equilibrio es el que tienen en mente a la hora de ampliar su familia. Por el momento, un niño no entra en sus planes, pero sí que tienen claro que buscan tener una crianza igualitaria. "Si algún día somos padres será porque los dos nos podamos hacernos cargo porque tenemos claro que ser padres no significa que ella se tenga que hacer cargo de todo, ni que tenga que sacrificar su carrera. Queremos compaginarlo todo de tal manera que sí alguno tiene que renunciar a algo sea equitativo", ha asegurado.
No cabe duda de que uno de los puntos en común del matrimonio es la comida, desde que se conocieron la presentadora se empezó a
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Un flechazo muy sabroso
Precisamente, en el menú de DiverXo hay unas croquetas dedicadas a Cristina Pedroche y es que este rico alimento tan típico de la gastronomía española tiene un papel muy importante en su historia de amor, puesto que fueron el elemento clave de su pedida de mano, tan solo 6 meses después de comenzar su noviazgo. "Le iba a pedir matrimonio y como a los dos nos encantan las croquetas hice una fuente gigante para ella y debajo puse el anillo. Nos comimos 12 cada uno y aún quedaban como 20, no podíamos más y empezamos a escarbar hasta que lo encontré. Después de eso, estuvimos trabajando en esa croqueta que representase a Cristina a la perfección", ha contado.
Cristina, que no sabía absolutamente nada de gastronomía antes de conocer a David, ha querido aplicar estos nuevos conocimientos que ha ido adquiriendo junto a su esposo emprendiendo su nuevo negocio en común, el restaurante RabioXo, un nuevo concepto de alta cocina centrado en exclusiva en la pasta y en el que han invertido muchas horas en los últimos meses. Si bien es cierto que David está al mando de los fogones, la colaboradora desempeña el fundamental papel de catadora. Un buen gusto que se ha traducido en 3 estrellas Michelin y el título al mejor cocinero del mundo por segundo año consecutivo.
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