Ion Aramendi ha recibido este jueves la mejor de las sorpresas en medio de una etapa complicada por las muchas dificultades que ha tenido que superar su mujer, María Amores, en el parto de su tercera hija, Marieta. Un relato desgarrador, que, afortunadamente, ha tenido un final feliz, puesto que la también periodista se encuentra recuperándose en casa junto a todos lo que la quieren. Por todo ello, el presentador no ha podido evitar enternecerse al escuchar la voz de su esposa al otro lado del teléfono cuando ha entrado en directo en Sálvame para dedicarle unas cariñosas palabras y agradecerle públicamente su labor como marido y padre. "Le quiero dar las gracias por haber estado ahí conmigo, como siempre, ocupándose de todo".
"Él sabe todo lo que le quiero. Le quiero infinito elevado a infinitas veces". Unas palabras que han hecho que el comunicador se emocione, algo que ha declarado que hace con relativa facilidad, puesto que se considera una persona sentimental. Una faceta personal que su esposa ha corroborado. "Es un llorón. Llora de felicidad casi siempre, pero eso es algo bueno". Ante tal despliegue de amor, Jorge Javier Vázquez no ha podido evitar preguntarle a Aramendi cómo se imagina su vida si la que fuese directora de casting de Pekin Express no estuviera a su lado. "Sería un despojo humano", ha bromeado.
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Sin embargo, el comienzo de su noviazgo no fue miel sobre hojuelas. El periodista ha relatado que ambos estudiaban en la misma facultad, aunque asistían a diferentes cursos. Tras coincidir en distintas ocasiones, Ion se atrevió a pedirle el número de teléfono, una iniciativa que pareció no gustarle demasiado a la que es hoy la madre de sus hijos. ya que acabó dándole el de su prima. Entre risas y confidencias, ha explicado que no fue hasta que él volvió de Australia, donde trabajó de camarero, cuando sus caminos se volvieron a cruzarse, y, finalmente, se enamoraron.
De la misma manera, relativo con su época en Australia, ha confesado que antes de su gran salto ante las cámaras, donde ha logrado conquistar el corazón de la audiencia, ha tenido diversas profesiones que poca relación guardaban con sus estudios, como revisador de los contadores de gas butano con su hermano. Por ello, cuando Jorge Javier ha asegurado que muchos ya le catalogan como su sustituto en los platós de Mediaset, el reportero ha querido quitar hierro al asunto asegurando que tiene los pies en la tierra en ese aspecto y no busca la fama sino seguir haciendo lo que le gusta. Igualmente, aunque tenga miedo a quedarse sin trabajo porque le apasiona la televisión, esto no le hace paralizarse, todo lo contrario, le anima a seguir adelante en busca de nuevas aventuras y oportunidades, estén donde estén.
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