Treinta años de carrera llevan a sus espaldas Nick Carter, AJ McLean, Howie Dorough, Kevin Richardson y Brian Littrell, o lo que es lo mismo los Backstreet Boys. El quinteto aterriza en Madrid en el primer concierto de su periplo español (hoy 4 de octubre y el jueves 6 de octubre en Barcelona) dispuestos a llenar el Wizink Center con los mismos gritos que escuchaban allá por los noventa. El grupo, exponente del fenómeno boyband que arrasó en el mercado discográfico hace tres décadas, sigue capitaneando una legión incondicional de fans en la que se nota ya el cambio generacional. Ellos son ya padres de familia igual que muchos de los que no olvidan letras tan populares como As long as you love me, Everybody y Quit playing games, auténticos himnos que permanecen en la memoria colectiva. Sonarán seguramente esta noche en el recinto que será una auténtica fiesta.
¡Sorpresa! Los Backstreet 'babies' saltan al escenario para coger el relevo de la 'boyband'
El inicio de un fenómeno
La historia de estos chicos se inicia, como muchas otras de éxito, con un sueño. A.J. McLean y Howie Dorough eran dos estudiantes de secundaria cuando conocieron a Nick Carter mientras probaban suerte con su talento en pequeñas audiciones. Su pasión por la música les animó a unirse, llamando además a Kevin Richardson y Brian Lattrell para completar la formación. No solo llamaban la atención con su voz sino con su baile, por lo que llamaron la atención de Lou Pearlman, que fue quien les consiguió su primer contrato con la discográfica Jive. En torno a 1995 obtuvieron varios discos de oro con temas como We’ve Got it Goin’ on y I’ll Never Break Your Heart, y en 1996 publicaron su primer disco homónimo, gracias al que conquistaron los mercados europeos y asiáticos (casualmente triunfaron fuera de Estados Unidos primero).
Cada uno asumió un rol con el que se identificaban los fans: Nick (hermano del también artista Aaron Carter), el simpático; A.J., el loco; Brain, el dulce; Howie, el honesto, y Kevin, el guaperas. En 1996, rompen el contrato con Lou Pearlman, al que acusan de quedarse con parte de los beneficios que les correspondía, y en 1999 llega un nuevo álbum, Millennium, con el que venden más de 10 millones de copias en todo el mundo. Se suceden los discos y el éxito les convierte en un fenómeno global en varios continentes. En 2001, tras el ingreso de A.J. McLean en una clínica de rehabilitación por abuso de sustancias, dejaron los escenarios temporalmente y en 2006, solo un año después de haber regresado con nuevo álbum, Never Gone, Kevin Richardson anuncia que abandona el quinteto.
La marcha de Kevin
No participó Kevin en los próximos dos trabajos Unbreakable y This is Us, aunque su regreso solo sería cuestión de tiempo. Tras meses de rumores, en las Navidades de 2012, sacaron el single It's Christmas Time Again como un aperitivo del regreso de Kevin. Se produjo su vuelta en 2013 coincidiendo con el 20º aniversario de la banda y en el álbum In a World Like This. En 2019 se publicó DNA, el hasta el momento último disco de un conjunto que no ha dejado de crecer con su música. La fórmula que han creado es tal que incluso se organizó durante varios años (de 2010 a 2018) un crucero en el que los fans podían interactuar con los cantantes mientras surcaban el océano.
Padres de familia cariñosos
De sus inicios han pasado doce álbumes y miles de conciertos, pero queda la energía que imprimen en sus directos, en los que nunca faltan las sorpresas y los temas que les lanzaron al estrellato. De los soñadores jóvenes quedan cinco padres de familia que no han perdido atractivo, ¡ni ritmo!, y han transmitido el amor por la música a sus hijos. Ya subieron a sus herederos el pasado mes de junio al escenario del Hollywood Bowl de Los Ángeles, California, un momentazo para los fans que se volvieron locos al ver a los baby backstreet correteando junto a sus ídolos. Nick Carter jugó con Odin, de seis años, y Saoirse, de dos, mientras que su hija Pearl, fruto también de su matrimonio con Lauren Kitt, tiene apenas un año por lo que no estuvo con sus hermanos. AJ McLean llevó a sus hijas Ava y Lyric, de nueve y cinco años, nacidas de su relación con Rochelle Deanna Karidis; Howie Dorough estuvo acompañado por James y Holden, de 13 y 9 años, fruto de su matrimonio con Leigh Boniello; y Kevin Richardson presentó a Mason, de 14 años y Maxwell, de ocho, de su larga relación con Kristin Kay Willits.
Solo faltó Baylee, hijo de Brian Littrell y Leighanne Wallance, que a sus 19 años ya ha iniciado su propia carrera en la música country. Su álbum debut lo lanzó en 2019 bajo el título de 770-Country, y en él se incluyen dos canciones escritas por Tyler Hubbard, artista y compositor estadounidense. Baylee ha sido telonero en la última gira del grupo de su padre y ha logrado emocionarle con sus canciones. No cabe duda de que el nombre de los Backstreet Boys todavía va a dar mucho que hablar.