Las imágenes del último desfile de Victoria Beckham en la Semana de la Moda de París no solo dejaron sus nuevas propuestas sobre la pasarela, sino que mostraron una de esas facetas a la que la diseñadora no tiene acostumbrados a sus seguidores. La emoción desbordó a la mujer de David Beckham cuando salió a saludar al público después de que las modelos lucieran sus nuevos diseños para la temporada primavera – verano 2023 y es que en ocasiones los pensamientos se agolpan sin que se pueda hacer nada por contenerlos. No es frecuente ver a Victoria con los sentimientos a flor de piel, aunque ese lado más vulnerable y personal que saca en ocasiones es el más aplaudido -recordemos aquel reto que hizo en sus perfiles en el que bromeaba con su estricta dieta-. En esta ocasión Victoria logró reunir a su familia al completo por primera vez en varios meses (en verano Brooklyn no se unió en sus vacaciones), lo que sin duda fue muy significativo para ella a la luz de todo lo que se ha dicho sobre su situación en las últimas semanas.
¿'Guerra fría' entre Victoria Beckham y Nicola Peltz?
Las ocupaciones que tiene el matrimonio, unidas a las carreras profesionales de sus hijos (Romeo y Blooklyn viven en Estados Unidos), hacen que no sea sencillo ver a los Beckham en el mismo lugar y al mismo tiempo. Esta vez París fue el punto de encuentro: Brooklyn, con su mujer Nicola Peltz (por cierto, con la melena morena), Romeo, Cruz (con su pareja Tana Holding) y Harper se sentaron con su padre, David Beckham. Si el orgullo tuviera rostro… él abrazó de manera tierna a su mujer poniendo el broche de oro perfecto a un desfile en el que se cuidó hasta el último detalle. Tener a sus hijos reunidos es sin duda algo que la emociona, más teniendo en cuenta los continuos rumores que apuntan a una relación complicada con su nuera Nicola a causa de la elección del vestido de novia de la modelo.
Desde el enlace de la pareja, el pasado mes de abril, las especulaciones son constantes. Ambas partes las han negado siempre e incluso Nicola asegura que se ha sentido “dolida”. "Cuando leo cosas como que nunca planeé llevar un vestido de Victoria Beckham o cosas así me duele. Intento que no, pero es que simplemente no es la verdad", explicó Nicola Peltz en una entrevista para la edición de otoño de la revista Grazia. “No quiero verla triste nunca” ha dicho Brooklyn sobre su mujer, manifestando así su apoyo. La presencia de la pareja en el desfile parece una muestra de que las cosas no serían como las cuentan, aunque algunos siguen insistiendo en que no se llevan tan bien como se ve y que habría sido David Beckham el que habría llamado la atención a su hijo para que dejara de referirse al tema. En las fotos Brooklyn y su mujer se han unido sonrientes al resto de la familia, provocando así que Victoria tuviera a todos sus retoños junto a ella. Se adivina en sus gestos que le encantó, pues además de secarse el llanto lanzó un beso a su hijo mayor cuando pasó junto a él.
Una presencia que sin duda la hizo enormemente feliz, igual que la de sus padres Anthony y Jackie, que el pasado julio celebraron su 52 aniversario de boda, y su hermana Louise, que estuvo acompañada por dos de sus hijas, Liberty y Tallulah-May. Las dos jóvenes acapararon flashes demostrando que el estilo de su tía tiene dignas herederas. Entre los invitados se pudo ver a grandes celebrities y amigas de la diseñadora, como Eva Longoria o las hermanas Hadid, que caminaron con algunos de los diseños que forman parte de esta cápsula llamada VD Body, que quiere hacer accesibles los diseños a todo tipo de cuerpos y tallas -habrá opciones disponibles desde la XS hasta la XXL-. Una iniciativa muy aplaudida también y que ha supuesto un giro radical en su manera de entender la moda. "Querer estar delgada está pasado de moda" aseguraba hace poco la artista, que siempre ha llevado una alimentación muy saludable, tanto que incluso ha sido criticada por excederse en su preocupación. Aplausos unánimes en una etapa profesional y personal que parece estar en un buen momento por lo que no es de extrañar que se le saltaran las lágrimas... claro, de alegría.