La casa del dragón ha resucitado las intrigas del reino de Poniente para alegría de los fans de la ya finalizada Juego de Tronos. Uno de los personajes más potentes y, por qué no decirlo, manipuladores, de esta ficción es Alicent Hightower. El motivo no lo diremos para evitar spoilers, pero sí cabría destacar la interpretación de Olivia Cooke, de 28 años (encarna el personaje en su versión adulta que ya ha aparecido en los nuevos capítulos), que da vida a una de las figuras de gran importancia en la historia de los Targaryen. La actriz inglesa no es desconocida para los amantes del cine pues encarnó a Emma, la mejor amiga de Norman Bates en Bates Motel, y participó en títulos como Slow Horses, Vanity Fair o las películas Sound of Metal (2019) y Dying Girl (2016). Actualmente además se ha convertido en rostro de la nueva campaña de Savage for Fenty, una etapa profesional de éxito en la que saca a la luz su lado más provocativo.
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Sin embargo no todo ha sido un camino de rosas desde que en 2012, con 18 años, comenzó su andadura en la interpretación. Así lo ha contado la propia Olivia explicando que su salud mental se vio muy afectada, hasta el punto de que acabó con una importante depresión. No mejoró cuando se trasladó a Canadá para rodar Bates Motel. Tenía entonces apenas 22 años. “Agradecí mucho aquel proyecto, pero fue un momento difícil. Por cómo funcionaba el calendario, teníamos diferentes líneas argumentales así que pasaba mucho tiempo en mi apartamento en Vancouver, trabajando una vez cada dos semanas” explicó en The Observer (en The Guardian).
Escondió su situación en los rodajes
Una mezcla de circunstancias que la llevó a uno de sus momentos personales más delicados. “Fue una mezcla de cosas: echar de menos mi hogar, no haber parado desde que tenía 18 años, estar sola durante largas temporadas... Fue muy malo, horrible, de hecho” dijo. Una depresión durante la que sin embargo no dejó de trabajar, para lo que tuvo que esconder sus verdaderos sentimientos. “Trabajé durante todo el tiempo. Fui muy buena escondiéndolo” reconoce. Con el tiempo empezó a encontrarse mejor y hacia 2019 su ansiedad fue remitiendo. Asegura que ahora se encuentra mejor, más contenta por primera vez desde hace años. Su mudanza de vuelta a Londres desde Nueva York tras romper (se separaron antes de la pandemia) con su novio Christopher Abbott (Charlie de la serie Girls) también la benefició.
La actriz detalla que nunca vio Juego de Tronos antes de hacer el casting para Lady Alicent Hightower. “Me resisto a las cosas que son populares, pero en mi propio detrimento, porque es realmente buena” apunta. Sobre la fama que podría traer consigo este proyecto, se muestra humilde pues cree que no se convertirá en una superestrella. “Llevo una década trabajando y me las he arreglado para vivir en un cierto anonimato”.