Está muy feliz, porque, después de dos años de restricciones por la pandemia, ha podido retomar las actividades de su fundación y reencontrarse con las familias con las que trabaja. Irene Villa ha pasado los dos últimos fines de semana volcada en la IV edición de Un mar de capacidades, celebrada en Mallorca, y en el proyecto Un mar de sostenibilidad , que tuvo lugar en Menorca.
“Alucinamos al ver cómo han crecido los niños”, nos cuenta Irene, que fue testigo de cómo 40 jóvenes con discapacidad disfrutaban de deportes acuáticos en el evento organizado por la Fundación Irene Villa, en Mallorca, para promover la integración a través del deporte.
La periodista y escritora estuvo, además, acompañada por su pareja, David Serrato , que ha querido participar en todo. “Me pareció maravilloso volver a estar con estas personas, que tienen una energía tan bonita y sanadora, y que David, mi pareja, se lanzara con el micrófono y resultará ser un auténtico speaker, animador, vendedor de rifa y hasta subastador. Un año después... no deja de sorprenderme”, confiesa sobre el deportista y coach, con quien ha rehecho su vida tras su ruptura matrimonial con Juan Pablo Lauro , hace casi cuatro años.
Una semana después, pusieron rumbo a Menorca para llevar a cabo una actividad de limpieza de playas y del fondo del mar. “Al final, me hicieron lanzarme a mí a bucear después de catorce años sin hacerlo”, cuenta orgullosa.