Isabel Preysler, su ‘look’ más fabuloso antes de que estallara la tempestad de Tamara

 Isabel Preysler  fue una de las invitadas que la semana pasada asistieron a la fiesta del 80 cumpleaños de Ira de Fürstenberg. La princesa, que los cumplió el 18 de abril de 2020, había retrasado la celebración dos años a causa de la pandemia y las posteriores restricciones sanitarias. Pero el pasado jueves 22 de septiembre pudo por fin reunir a sus seres queridos y amigos llegados de todo el mundo en el Palacio de Liria, donde tuvo lugar la magnífica cena de gala, como se puede ver en el amplio reportaje que publica ¡HOLA! esta semana.

© HUBERTUS DE HOHENLOHE/EVA NILSEN/JAVIER LÓPEZ DORIGA

Isabel traspasó las puertas de Liria con semblante serio. Ese día en su casa se había vivido una auténtica montaña rusa de emociones. Literalmente. De la alegría por la felicidad de Tamara (al anunciar esa misma mañana su compromiso) a la estupefacción y, suponemos, la rabia y el enojo tras recibir también ella el famoso y polémico vídeo en su móvil.

© Hubertus Hohenlohe

Tal vez intuía ya la tempestad que estaba por venir, pero Isabel, que es perfeccionista y nunca deja nada al azar, había preparado un look fabuloso e impactante con su estilista de cabecera, Cristina Reyes. Como siempre que la ‘reina de corazones’ tiene un evento, juntas escogieron cuidadosamente el outfit para la ocasión, en la que la premisa era estar deslumbrante. Cristina también colaboró en esta fiesta con otras invitadas, entre ellas, Inés Sastre, que estaba guapísima con vestido de Tot-Hom, joyas de Rabat y clutch de Yliana Yepez.

© HUBERTUS DE HOHENLOHE/EVA NILSEN/JAVIER LÓPEZ DORIGA

Al tratarse de una cita con dress code de gala, Isabel y Cristina optaron por un elegante mono-smoking, en crepe y lentejuelas de color negro, con hombreras pagoda y escote en V, que a la madre de Tamara le sentaba como un guante. Se trata de un diseño de Malne, la firma creada por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, que precisamente tiene entre sus must, las chaquetas de corte impecable y patrón único.

Para redondear su puesta en escena, Isabel Preysler llevó unos pendientes largos de oro blanco y diamantes, que iluminaban su rostro y que, al igual que los anillos, eran de la joyería Rabat; clutch de Bottega Veneta y sandalias de Aquazzura.