La Reina Rania de Jordania también ha viajado estos días a Nueva York. Tras asistir al último adiós de Isabel II, en Londres, ponía rumbo a la ciudad de los rascacielos para participar en la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas 2022, como también lo hicieron doña Letizia, Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca. La soberana hachemita ha compartido con ¡HOLA!, en primera persona, sus reflexiones sobre el solemne funeral de Estado de la monarca británica y la figura del nuevo Rey Carlos III.
“Uno podría esperar que mi proximidad con la Monarquía, aunque sea una Monarquía diferente, podría desmitificar mi admiración por la Reina Isabel. Pero, todo lo contrario, la profundizó y más aún el día de su entierro. El funeral de Estado fue un homenaje muy conmovedor a Su Majestad. Fue tan majestuoso, hecho con extrema meticulosidad y planeado y ejecutado a la perfección, lo cual es muy característico de la Monarquía británica. Había una sensación de que era el final, pero también de que la presencia de Su Majestad perdurará para siempre en todos los lugares en los que reinó y a los que ella dio una gran importancia”.
“Fue un día triste, pero también reconfortante. Me sentí esperanzada al ver cómo se desarrollaba todo, cómo tantísima gente salió a la calle para despedirse de una Reina a la que muchos veían como parte de su familia, para decir “gracias”. Ella no solo fue una fuerza unificadora para su pueblo a lo largo de su vida, sino que también unió a todos en su muerte. Nunca antes había visto ese tipo de unidad y sentido de comunidad entre los británicos”.
“El Rey Carlos es alguien a quien respeto y admiro profundamente. Es increíblemente inteligente, auténtico y un amigo verdaderamente leal”
“También fue alentador ver a políticos de diferentes ideologías cerrar filas en torno al nuevo Rey. El Rey Carlos es alguien a quien respeto y admiro profundamente. Es increíblemente inteligente, auténtico y un amigo verdaderamente leal. No tengo ninguna duda de que Su Majestad estará a la altura del legado de su madre, mientras forja su propio camino”.
“Las virtudes de la Reina Isabel no eran solo las que predicaba, ella las encarnó, incansablemente, a lo largo de siete décadas de cambio histórico mundial. Puede que se haya ido, pero los líderes políticos todavía pueden aprender mucho de ella hoy. Se mantuvo por encima de los enfrentamientos y de la división. Incluso en tiempos conflictivos, ella nunca se sumó a la brecha. Siempre fue, a través de su constancia y su compromiso, una fuente de consuelo, resiliencia y fortaleza”.
“Hoy, una querida Reina finalmente puede descansar en paz, sabiendo que dejó atrás cimientos sólidos que aseguran que su país siempre saldrá fortalecido, incluso en los momentos más difíciles”. Durante su estancia en la Gran Manzana, Rania ha mantenido también una agenda de lo más apretada. Desde una charla con Hillary Clinton, en el marco de su Clinton Global Initiative, hasta el Earthshot Prize Innovation Summit, en favor de los retos medioambientales, o la cena de la Fundación Kering, “Caring for Women”, a la que acudió acompañada de su hija la princesa Imán, que el pasado julio anunció su compromiso con el financiero de Nueva York Jameel Alexander Thermiotis. Y hubo también un curioso encuentro con Telma Ortiz. La hermana pequeña de la Reina Letizia también estaba en la ciudad de los rascacielos, en el marco de la gran cumbre paralela que organiza Concordia, la ONG en la que trabaja desde hace unos meses.
Su viaje a la Gran Manzana propició un curioso encuentro con Telma Ortiz: la mujer del Rey Abdalá asistió a la Cumbre Anual de Concordia, que es la ONG donde trabaja la hermana de la Reina Letizia desde hace unos meses
Y Rania de Jordania ha sido una de las grandes personalidades mundiales que han tomado parte en esta cumbre, en la que también participaron Jill Biden y Tony Blair, entre muchas otras. Esta organización, con base en Nueva York, anunció el pasado abril, en su cuenta de Twitter oficial, el nombramiento de Telma como jefa de divulgación y parte de la oficina ejecutiva.