Ha sido la gran fiesta del año. La princesa Ira de Fürstenberg quiso celebrar por todo lo alto su ochenta cumpleaños y, aunque tuvo que retrasarlo dos años, a causa de la pandemia, la espera mereció la pena. El pasado jueves 22 de septiembre, el palacio de Liria fue el escenario de una cena de gala que reunió a sus seres queridos, entre ellos, su hijo, Hubertus de Hohenlohe, y su mujer, Simona Gandolfi, y a un buen número de amigos. En total, un centenar de invitados llegados de todos los rincones del mundo, de Turquía a Filipinas, pasando por Estados Unidos, Latinoamérica, India, Kenia, Alemania o Inglaterra. Aristócratas, primeras figuras del mundo de las finanzas, artistas y miembros de la jet set internacional viajaron a Madrid para acompañar a la que fuera la primera mujer de Alfonso de Hohenlohe.
Aunque reside entre Roma y Londres, Ira siempre ha estado muy vinculada a España, por lo que quiso soplar las velas en Madrid y, concretamente, en Liria, para que sus invitados tuvieran la oportunidad de conocer el palacio por dentro. “ Es un sitio único y mágico, en el centro de Madrid. No me sorprende que la gente haya venido de tan lejos para celebrar y conocer un palacio histórico con la excusa de mi cumpleaños”, nos confesó la princesa Ira tras la fiesta.
“Cayetana fue la más creativa de las aristócratas españolas. A sus hijos los veo a menudo y a los nietos empiezo a conocerlos y me parecen espléndidos”, nos dice la princesa
Y así fue. Antes del cóctel y de la cena, servida bajo una carpa en los jardines versallescos de la residencia del duque de Alba, los invitados recorrieron las estancias y contemplaron los cuadros, las obras de arte y los tapices que hacen del palacio de la madrileña calle Princesa un museo. No pudieron tener mejores guías, puesto que algunos miembros de la familia Alba también estaban invitados: Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo , duques de Huéscar; Fernando Martínez de Irujo; su hermana, Eugenia, junto a su marido, Narcís Rebollo, y su hija, Tana Rivera, y el duque viudo, Alfonso Diez.
Tras la cena y el exquisito bufé de postres, un grupo de música (mezcla de mariachi y músicos de salsa), regalo del príncipe Pierre d’Arenberg y su mujer, Silvia de Castellane, puso a todos los invitados a bailar.
Destacados miembros del Gotha se mezclaron con la aristocracia de las finanzas, representada, entre otros, por Rafael del Pino; Manuel y María Colonques; el venezolano Gustavo Cisneros; el estadounidense Allen Schwarzman; Alberto Cortina y su mujer, Elena Cué; Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés...
La duquesa de Huéscar, que espera su segunda hija, volvió a dar una lección de estilo con un colorido diseño asimétrico
La infanta Elena, que coincidió con su exmarido, Jaime de Marichalar, aunque, al parecer, no cruzaron palabra, se retiró antes. Fue su primera aparición tras la operación de apendicitis a la que tuvo que someterse su hija, Victoria Federica. También para Isabel Preysler era su primera salida de casa tras el anuncio del compromiso de su hija Tamara ese mismo día. Llegó seria, pero luego sonrió al reencontrarse con amigos de toda la vida, como su íntima Carmen Martínez-Bordiú, que viajó desde Portugal. Su hermano Jaime, con su mujer, Marta Fernández; el príncipe Amyn Aga Khan, hermano del Aga Khan IV; Diana Alvares Pereira de Melos, duquesa de Cadaval y exmujer de Carlos Felipe de Orleans; los príncipes Franz y Cleopatra zu Oettingen-Spielberg...
Con una vida fascinante, Ira, princesa de nacimiento —es hija del príncipe Tassilo von Fürstenberg y de Chiara Agnelli, hermana de Gianni Agnelli—, ha sido actriz, mecenas, diseñadora de objetos de arte y apasionada viajera. Gran dama de la sociedad, disfrutó de su fiesta, sobre todo, como comentó a ¡HOLA!, con humor, “cuando por fin nos sentamos en las mesas y vi a la gente contenta y animada. ¡Es muy complicado organizar cómo sientas a quien con quien!”.