Su vida es una suma continua. María García de Jaime y Tomás Páramo llevan desde los diecinueve años sumando juntos nuevas metas, muchos esfuerzos y, también, sueños cumplidos. El último de ellos, convertirse en una familia numerosa. Llenos de ilusión, nos han dado la feliz noticia de que están esperando su tercer hijo, que está previsto que nazca la próxima primavera. A sus veintiséis años, van a ser padres por tercera vez y nos confiesan cómo están viviendo este momento y echan la vista atrás, agradecidos por todo lo bueno que les ha pasado desde que nació su primer hijo, Tomás, cuando tenían tan solo veinte años. Les cambió la vida, no fue fácil, pero juntos superaron todos los baches, lucharon por su familia y, casi por casualidad, se abrieron camino en el mundo de las redes , donde, a día de hoy, son de los influencers más reconocidos de nuestro país. Pero no se han quedado solo ahí, ellos siguen sumando. Arrasaron contando cómo fue su historia de amor en su libro, Botas de colores para días de lluvia, y, hace casi un año, daban un nuevo paso lanzándose a emprender con una firma de moda que recoge su esencia. Parece que todo lo que tocan se convierte en éxito, pero lo suyo no es suerte o casualidad, detrás hay mucho trabajo, que dentro de poco compaginarán con un nuevo bebé en casa.
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—Enhorabuena, tercer hijo en camino, vais a ser ahora familia numerosa.
TOMÁS.—Siempre hemos querido serlo. Al principio, fuimos padres muy jóvenes y hubo un impasse de tiempo en el que, primero, teníamos que formarnos, encontrarnos a nosotros mismos, establecer nuestra vida y nuestra familia y, luego, llegó Cata, que fue una alegría tremenda. Ahora, en marzo o principios de abril, ya seremos cinco en casa, así que estamos superfelices.
MARÍA.—Nos hace mucha ilusión que nuestros hijos se lleven tan pocos años, porque eso es una suerte para ellos.
“Todos nuestros hijos nacen casi el mismo mes. Tomi es del 14 de marzo. Catalina del 7 de abril y este bebé está previsto que nazca también en marzo o abril”, cuenta María
—Si nace en marzo o abril, puede coincidir con el cumpleaños de Tomi o de Catalina.
M.—Es que es superfuerte que todos nuestros hijos nazcan casi el mismo mes. Tomi es del catorce de marzo, Catalina del siete de abril, pero es que todos nuestros cumpleaños en casa son seguidos.
T.—Es impresionante la casualidad. Empezamos con el mío, el veinte de febrero; después María, el veintiocho de febrero… A ver ahora dónde cae el nuevo miembro de la familia.
—María, y tú, ¿cómo te encuentras?
M.—Cada embarazo es completamente distinto y estoy muy bien. El primer trimestre lo pasé peor por las náuseas, pero no me puedo quejar porque me encuentro fenomenal. Con tanto trabajo, no paramos y estoy pudiendo hacer todo.
T.—No creo que esté siendo fácil, sino que María es muy fuerte… Ya le puedes estar pinchando con un alfiler que no se va a quejar.
“El primer trimestre lo pasé peor, aunque no me puedo quejar porque me encuentro fenomenal. Con tanto trabajo no paramos pero está siendo muy fácil y estoy pudiendo hacer todo”, cuenta la influencer
—¿Ya sabéis si es niño o niña?
T.—Todavía no lo sabemos. Está de trece semanas, no nos lo han dicho claramente, pero yo creo que en la siguiente revisión ya se verá.
—¿Qué os gustaría?
M.—Nos da exactamente igual, porque ya tenemos nuestro niño y nuestra niña. Por Catalina, me encantaría que fuera niña, ya que creo que es una suerte tener una hermana con la que te lleves pocos años. Pero Tomi está todo el rato diciendo: “Por favor, que sea niño”… para jugar al fútbol.
T.—Yo, siendo sincero, he de decir que me da exactamente igual, pero, como Cata ha sido bastante complicada, tengo la connotación de que el niño ha sido “muy bueno” y la niña “muy mala” —dice riendo—. Así que, en el fondo de mi corazón, por mi tranquilidad, egoístamente, preferiría niño.
—¿Cómo se ha tomado Tomi la noticia de que va a tener otro hermano?
M.—Está emocionado, Catalina yo creo que no se da cuenta, me mira la tripa y dice: “Tienes un bebé”, pero creo que no lo entiende muy bien —ríe—.
T.—Está siendo un hermano mayor buenísimo, porque Catalina ha sido una niña especial y el hecho de que requiriera muchísimo tiempo, aunque lo hemos intentado hacer siempre lo mejor que hemos podido, ha sido tiempo que le quitábamos a él, por así decirlo. Si ha tenido celos, nunca nos los ha demostrado ni portándose mal, ni tratando mal a su hermana o llamando la atención. De hecho, a su hermana la cuida muchísimo y, cuando lo ha pasado mal, nos ha dicho cosas como: “¿Hoy puedes dormir más pronto a Catalina y estar un ratito conmigo?”. Creo que tiene más celos Cata de Tomi que Tomi de Cata.
“Fuimos padres muy jóvenes y hubo un impasse de tiempo en el que, primero, teníamos que formarnos, encontrarnos a nosotros mismos y establecer nuestra vida y nuestra familia”, confiesa Tomás
—¿Cómo lleva Catalina el problema que tenía de los espasmos del llanto, que se quedaba sin respiración al llorar? ¿Ha mejorado o sigue ocurriendo?
M.—Le sigue pasando, no tantísimo como antes y yo creo que también nosotros estamos más acostumbrados y lo llevamos mejor. Es algo con lo que hay que vivir, un día se le pasará y no es nada grave.
T.—Si antes le pasaba veinte veces al día, ahora le pasa dos o ninguna. Algunos días, cuando tiene berrinches, puede que le dé más fuerte, pero ya no es constantemente. A ver si llega ya el día que definitivamente no le ocurra.
—Acabáis de cumplir ahora tres años de casados y estáis con el tercer bebé en camino, ¿qué lectura sacáis de este tiempo? Porque la vida os ha cambiado mucho.
T.—Lo bueno que nos ha pasado es que nos han cambiado muchas cosas, pero creo que nosotros no hemos cambiado nada. Hemos aprendido mucho y hemos tenido la suerte de, entre comillas, no haber tenido nada, para así ir valorando lo que es conseguir las cosas. Eso nos ha hecho esforzarnos el doble, tanto en nuestra vida profesional como personal. Personalmente, hemos crecido mucho, hemos aprendido a relativizar, a saber qué es lo importante, con nuestra familia, nuestra casa, nuestros hijos… Y, sobre todo, seguimos manteniendo lo que somos; aunque a nuestro alrededor hayan cambiado muchas cosas, no hay que perder nunca el norte y siempre tener los pies en la tierra.
M.—También hemos podido ver lo que siempre nos han dicho nuestros padres, que todo esfuerzo tiene su recompensa y lo hemos podido comprobar en nuestra propia vida. Estamos superagradecidos y somos unos afortunados, no podemos estar más felices con la familia que tenemos y donde estamos ahora.
“Hemos podido comprobar lo que siempre nos han dicho nuestros padres, que, al final, todo esfuerzo tiene su recompensa. No podemos estar más felices”, dice María
—¿Es difícil mantenerse con los pies en la tierra teniendo tanto éxito en redes?
M.—Creo que, como es algo que nos da mucho miedo y no queremos que nos pase, nos tenemos el uno al otro para bajarnos. Si algún día vemos que se nos está yendo un poco, nos tenemos los dos para recordarnos quiénes somos y de dónde venimos.
M.—Es clave que lo importante no se pierda, y eso es tu esencia, y, sobre todo, tratar a todo el mundo por igual y mirar a todo el mundo con los mismos ojos y a los mismos ojos.
—A nivel profesional, os estáis haciendo un hueco en la moda con Himba, estaréis emocionados con la acogida que ha tenido.
M.—Estamos felices con la acogida que tuvo desde el primer momento y ya llevamos casi un año. Es emocionante ver todo el proceso desde que te imaginas una prenda hasta que la ves hecha y te la puedes probar. En el mundo de la moda, hasta que llegas a conseguirlo, es muy complicado, se te van truncando cosas que crees que no te iban a pasar, pero, bueno, también estamos aprendiendo un montón, yo creo que es una carrera de fondo… La próxima colección es brutal, por cierto.
T.—Es un proyecto en el que hemos puesto mucho esfuerzo, muchas ganas y nuestra esencia. Es fundamental que te diferencies, que lo que hagas hable de ti, y lo que queríamos conseguir con Himba es que definiese nuestro estilo y se viese reflejada nuestra forma de pensar, de ser y de vivir la moda.
TOMÁS: “Hemos crecido mucho, pero seguimos manteniendo lo que somos. Aunque a nuestro alrededor hayan cambiado muchas cosas, no hay que perder nunca el norte, y siempre tener los pies en la tierra”
—¿Qué más proyectos tenéis en mente?
T.—Ahora, seguir creciendo con Himba, que es nuestra prioridad número uno, y seguir haciéndonos nuestro hueco. Yo tengo también un proyecto de sacar un libro, que es algo que me emociona mucho. Después del éxito de Botas de colores para días de lluvia, la gente está esperando algo, aunque no va a ser una segunda parte ni parecido. También tenemos un proyecto que viene de hace tiempo y parece que poco a poco se va fraguando… En su momento, y con mucha ilusión, os contaremos. Y seguir trabajando y disfrutando del momento.
M.—Ojalá podamos seguir así y que a la gente le guste lo que hagamos.